Los presos checos podrán cumplir parte de su condena en casa
Una nueva estrategia en la lucha contra el paro. El mercado inmobiliario ofrece numerosos castillos. Las cárceles checas están sobresaturadas. Las vallas publicitarias desaparecerán de las carreteras.
Los preparativos del proyecto común entre los Ministerios de Trabajo y de Educación ya están en marcha. En una especie de oferta ‘on line’ los interesados podrán elegir una estancia de prácticas en la empresa que deseen.
El proyecto será financiado con fondos europeos y de momento se cuenta con unos 32 millones de euros. Así los interesados podrán mencionar en su currículum un período de prácticas en una empresa multinacional y, por otro lado, las empresas podrán probar a los interesados sin tener que contratarlos.
Además, el Estado pagará a las empresas por las prácticas que serán ofrecidas a todas las personas entre los 18 y 65 años. La única limitación será que los interesados no podrán tener residencia permanente en Praga, puesto que la capital no dispone de fondos para cubrir este proyecto.
A menudo los ponen a la venta sus propietarios extranjeros y principalmente son checos los nuevos interesados en comprarlos. Hoy día un castillo se puede adquirir por el precio de un apartamento de tres dormitorios en una ciudad grande.
Algunos edificios, que están en estado deplorable, tienen un valor negativo. Su reconstrucción es sumamente costosa y muchas veces exige el visto bueno de la Oficina del Patrimonio Nacional.
Los agentes inmobiliarios advierten que las posibilidades, para un aprovechamiento económico de este tipo de edificios, son peores. Su reconversión en hoteles o centros balnearios ya no es tan original como antes.
Esta medida se desprende del hecho que la capacidad de las prisiones checas es de 20 mil camas, pero actualmente están allí cumpliendo su condena tres mil prisioneros más. Los directores de las cárceles tienen que transformar en celdas los espacios de recreo o sus despachos.
En Chequia hay encima más de cinco mil condenados que rehúyen el cumplimiento de la condena. Paradójicamente están ayudando al sistema sobrecargado.
Según las estadísticas de la Policía, anuncios publicitarios al lado de las carreteras causan centenares de accidentes al año en el país.
El Ministerio de Transportes está preparando una nueva ley que permitirá quitar todo tipo de publicidad que se encuentra en una distancia de hasta 250 metros del borde de las autovías y autopistas. Solo los establecimientos como gasolineras, hoteles o restaurantes podrán seguir anunciando sus servicios.
