Ayuda al euro, protesta cubana y fotografía latinoamericana
Finalmente, el Gobierno checo aprobó una ayuda de 1.500 millones de euros al fondo de rescate de la eurozona; el disidente cubano Rolando Jiménez Posada realizó una protesta ante la embajada de su país en Praga; la fotografía latinoamericana, protagonista de una ambiciosa exposición en el Instituto Cervantes de Praga; y la derrota de Petra Kvitová en semifinales del Abierto de Australia. Esos son los temas destacados de la semana que concluye.
Esta cantidad representa menos de la mitad de lo que se había solicitado inicialmente, explicó el primer ministro.
“Para el Gobierno era difícil aceptar la suma de 3.500 millones de euros ya que eso quería decir ofrecer al Fondo Monetario Internacional un 50% de las reservas de divisas del país. Y ese paso sería muy arriesgado”.
Sin embargo, la decisión tiene, según el primer ministro, una dimensión política más que práctica ya que la cuantía es demasiado baja para realmente poder ayudar a resolver la situación en los países con dificultades.
“El rebaño de la Unión Europea, que cuenta con 27 miembros, se divide en dos grupos. Uno de ganado sano y otro de ganado enfermo. Los que están sanos participan en este préstamo ya que tienen suficientes recursos para hacerlo. Y yo creo que es muy importante que la República Checa pertenezca al grupo sano”.El ministro de Finanzas, Miroslav Kalousek, que fue desde el principio partidario de realizar el préstamo, acogió la decisión del Gobierno con satisfacción.
Kalousek señaló que el país debe este gesto a la Unión Europea que ha otorgado grandes sumas de dinero a la República Checa desde su ingreso en 2004.
Con el importe de 1.500 millones de euros la República Checa contribuirá al fondo de 200.000 millones de euros que los países europeos otorgarán al Fondo Monetario Internacional para que esa institución ayude a resolver los actuales problemas en la eurozona.
El disidente cubano Rolando Jiménez Posada protagonizó este miércoles en Praga una manifestación contra la dictadura castrista por la muerte del preso político Wilmar Villar tras 50 días en huelga de hambre.
Como ex recluso del régimen, Jiménez Posada habló con Radio Praga sobre el trato que se da a los presos de conciencia en la isla.
Rolando Jiménez Posada citó a los medios de comunicación frente a la Embajada de Cuba en Praga e increpó bien alto ante la sede diplomática lo que considera un nuevo crimen de la dictadura.
Condenado a pasar cuatro años en la cárcel por desacato, Wilmar Villar Mendoza se declaró en huelga de hambre y 50 días después falleció, cuando tan solo contaba 31 años de edad. Rolando Jiménez Posada culpa directamente al régimen por su muerte.
“Las reglas mínimas para el tratamiento de los reclusos y detenidos establecen que una vez que una persona es aislada debe ser sometido a tratamiento médico y es el médico el que diariamente determina qué tratamiento tiene que ser administrado. Sin embargo, ¿qué hace el régimen cubano? Yo tengo experiencia en eso porque estuve preso. Una vez que usted se declara en huelga de hambre, se le retira toda la ropa, y se le lleva a una celda de aislamiento donde está diez o doce días. Usted comprenderá que en estos meses de frío, una persona que esté esos días sin abrigo ni protección, indiscutiblemente tiene que contraer una neumonía o algo así. Eso el Gobierno lo sabe perfectamente. Pero lo hacen para que una vez que esté enfermo, el hombre, con el dolor y el sufrimiento, reniegue de la huelga”.El fallecido Wilmar Villar aparece en los medios del régimen y sus afines como un delincuente común agresivo que fue detenido por maltratar a su mujer, la también disidente Maritza Pelegrino. En múltiples entrevistas la viuda ha negado tales circunstancias.
En el entierro de Wilmar Villar, la semana pasada, la oposición a la dictadura denunció hasta 30 detenciones, tanto en las vísperas de la ceremonia, como durante la misma.
La fotografía periodística es muy pasiva ante el conflicto, dice Laura Terré, una de las comisarias de la exposición ‘Peso y Levedad’, inaugurada recientemente en el Instituto Cervantes de Praga.
Esta muestra fotográfica, que refleja distintas realidades latinoamericanas, quiere ir más allá del simple reportaje gráfico, hasta convertirse en una puerta de esperanza hacia un mundo mejor.
En entrevista con Radio Praga, Laura Terré desvela algunas claves de una muestra que exhibe 16 series fotográficas de otros tantos artistas de los más diversos países de la región, empezando por México y terminando en Argentina.
“El peso de la violencia, el peso de la realidad, elevado un poco con la levedad de la esperanza. Esperanza de la posibilidad de cambio y la esperanza también de la lucha de las comunidades y de la gente que está padeciendo estas situaciones para salir de ellas. Una de las cosas que la fotografía periodística hace y que mucha gente critica, y que ha sido tema de debate, es que hay una pasividad muy grande ante el conflicto. Hay una fotografía, la de conflicto, que parece que se está recreando en todas las consecuencias de la injusticia. Y en cambio tiene que haber una puerta más allá. Ser la posibilidad de lucha que tienen las personas que están sometidas a un conflicto es lo que tiene que rescatar la fotografía”.
La exposición puede resultar fuerte, con imágenes duras y hasta trágicas y sombrías, pero también está el otro lado de la realidad, más esperanzador.
‘Peso y Levedad: Fotografía Latinoamericana entre el Humanismo y la Violencia’ puede visitarse hasta el 10 de marzo en el Instituto Cervantes de Praga.
Petra Kvitová llegó hasta las semifinales del Abierto de Australia, que se juega en Melbourne, y no pudo seguir avanzando. Fue apeada de esa instancia por la rusa Maria Sharapova, que la venció en tres sets, por 6-2, 3-6 y 6-4.
De esta manera, la tenista checa de 21 años y favorita número dos del torneo no pudo cumplir con su sueño de alzarse con el trono del ranking mundial, vacante ya que la danesa Caroline Wozniacki fue derrotada en cuartos de final del torneo.
Antes de enfrentar el jueves a Sharapova, a quien ya había derrotado en la final de Wimbledon el año pasado, Petra Kvitová sostuvo que tenía confianza y que le hacía mucha ilusión volver a desafiarla.
“Será un duelo que atraerá mucha atención. Me voy a preparar como si se tratara de la final de Wimbledon. Sé que puedo derrotarla. Me hace mucha ilusión que las gradas estén llenas y que volvamos a medirnos”, destacó.
Lamentablemente, a pesar de la confianza que tenía en el triunfo, Maria Sharapova le negó la final de Australia a la tenista checa.
En los sencillos masculinos, Tomáš Berdych llegó hasta cuartos de final, donde enfrentó al español Rafael Nadal y perdió en un muy peleado y bonito partido.