El avión checo a propulsión eléctrica figura entre la élite mundial
Un grupo de expertos checos creó un avión a propulsión eléctrica. Los constructores están realizando una gira por el país para examinar las posibilidades de la puesta en práctica del aparato, que figura entre los mejores de este tipo a nivel mundial.
Al igual que el ave mítica, el aparato Phönix Elektra literalmente tuvo que resurgir de sus cenizas, ya que el proyecto original tuvo que pasar por una completa reelaboración, indicó uno de los coautores del prototipo Martin Štěpánek.
“En este prototipo hemos cambiado sucesivamente absolutamente todo, incluso la batería. Originalmente usábamos cátodos de litio-ferrofosfato, que eran demasiado pesados. Ahora la batería es muy ligera, aunque con una capacidad limitada”, dijo.El avión tiene hoy día un alcance de 40 kilómetros antes de tener que recargar las baterías. La reducida eficacia del aparato hace sentir al piloto como en los tiempos prehistóricos de la aviación, mencionó Štěpánek.
“En serio, nos sentimos como pioneros de la aviación. Si uno se dirige a una aldea y ve las reacciones de la gente al preguntar por un enchufe para recargar el avión, así me imaginaba a los pilotos que, después de la Primera Guerra Mundial, aterrizaban en el campo y se iban al pueblo a buscar combustible”, señaló.Aunque el reducido alcance del Phönix Elektra por el momento provoca más bien sonrisas, el avión checo figura entre los mejores aparatos a nivel mundial, subrayó Jan Brskovský, presidente de la Asociación Amateur de Aviación, que ampara el proyecto.
“Las potencias mundiales hoy día centran su atención en las nuevas fuentes de propulsión. También nuestros productores y desarrolladores las están buscando y precisamente este avión figura entre la élite mundial”, resaltó.En cuanto el avión a propulsión eléctrica logre un alcance mayor, le espera un futuro muy prometedor, ya que el precio de una hora de vuelo sale a unos 10 euros más barato que el de un aparato a propulsión habitual.