Consideran prescritos los delitos atribuidos al ex primer ministro comunista Lubomír Štrougal
El antiguo líder comunista Lubomír Štrougal no comparecerá ante los Tribunales por sospecha de asesinato, porque sus supuestos delitos quedan prescritos. Como ministro del Interior, en los años 60, tuvo a su cargo la custodia de la Cortina de Hierro, en cuyas alambradas electrificadas murieron decenas de personas que trataron de huir de la dictadura del proletariado.
Por esa razón el Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo desistió llevar el caso a los Tribunales.
En declaraciones a la Radiodifusión Checa, el historiador Luděk Navara, especialista en la época del nazismo y del comunismo en Checoslovaquia, se refirió al papel de Štrougal durante el régimen totalitario.
“Lubomír Štrougal fue ministro del Interior entre los años 1961 y 1965. Bajo su competencia estaba la custodia de las zonas fronterizas, la Cortina de Hierro, y por supuesto todas las infraestructuras del lugar”.
“Se trató de una barrera extremadamente peligrosa, porque la gente común y corriente no podía imaginarse el increíble peligro que suponía la enorme dosis de alto voltaje de las vallas electrificadas. Podemos constatar que se trató de una trampa mortal”.
Los historiadores del Instituto para la Investigación de los Crímenes del Comunismo rastrearon el número exacto de víctimas mortales durante el mandato del ministro Štrougal.
“Decenas de personas murieron como consecuencia directa del alto voltaje de las vallas electrificadas. Durante la gestión de Lubomír Štrougal, hasta el año 1965, murieron electrocutadas 33 personas”.
En 1961 le fue encargado el Ministerio del Interior, una de las carteras clave del régimen comunista. Pero durante la llamada Primavera de Praga de 1968, asfixiada por las tropas del Pacto de Varsovia, Štrougal expresó su desacuerdo con la invasión.
Semejante actitud puso fin a la carrera política de muchos comunistas, pero Štrougal, se retractó y salió airoso. El nuevo Secretario General del Partido Comunista, Gustav Husák, impuesto por Moscú, le nombró Primer ministro, cargo que ocupó hasta la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo en Checoslovaquia en 1989.
