Los médicos de cabecera cierran sus consultorios
Muchos médicos de cabecera dejaron cerrados sus consultorios este miércoles en protesta contra la creciente burocracia.
Al no llegar a una solución aceptable con las aseguradoras y el Ministerio de Salud, unos 6.000 galenos de todo el país cerraron este miércoles sus consultorios, a modo de protesta contra la situación reinante, indicó Petr Šonka, presidente de la Asociación de los Médicos de Cabecera Privados.
”La última gota que hizo rebasar el vaso de nuestra paciencia fue la nueva modalidad de pagos a los médicos para el año 2018. Ésta no cumple en absoluto la promesa dada a los generalistas de que se les pagaría un 3% más por cada tratamiento. El aumento será nulo. Además, el sector recibirá aproximadamente 582 millones de euros más que el año pasado, pero ese dinero terminará sobre todo en los hospitales públicos. Esto lo concebimos como una bofetada a los médicos de cabecera”.
Šonka recordó que en el país faltan muchos generalistas, especialmente en las zonas rurales. La situación en los últimos años es tal que al jubilarse un médico familiar en esas zonas, no hay quién lo reemplace.A la protesta de una tercera parte aproximadamente de los médicos de cabecera se sumaron algunos pediatras y especialistas ambulantes, así como una parte de las farmacias, de las que 400 cerraron sus puertas por media hora antes del mediodía de este miércoles, y otras 1.500 se adhirieron a la protesta de forma simbólica, por ejemplo instalando unos volantes en su establecimiento. Los farmaceutas no están de acuerdo sobre todo con la introducción de las recetas médicas electrónicas, como indicara Michaela Bažantová, portavoz del Colegio de Farmaceutas Checo.
”Con el nuevo sistema, los farmaceutas necesitarán más tiempo para la entrega del medicamento indicado en la receta electrónica. Este sistema tiene muchas lagunas todavía. Por ejemplo, el farmaceuta podrá entregarle al paciente de una sola vez los medicamentos que figuren en una sola receta. Así se perderá en vano parte del potencial profesional de los farmaceutas, ya que no podrán prepararle al paciente de una sola vez todos los medicamentos que necesite. Deberán darle los fármacos de forma paulatina, comenzando por los más importantes para la salud del paciente”.
El ministro de Salud, Miloslav Ludvík, sigue rechazando los argumentos de los médicos de cabecera. Está decidido a incrementar la suma de dinero destinado a los hospitales, e insiste que estos establecimientos trabajan las 24 horas del día los siete días de la semana, por lo que se lo merecen. Además, el Ministerio de Salud confía en que los recursos financieros destinados a los hospitales permitirán reducir la fuga de médicos y enfermeras de Chequia al extranjero en busca de mayores salarios.Por otra parte, Ludvík no está de acuerdo con el incremento de los pagos mensuales a los médicos de cabecera sin diferencia ya que, según él, los que quisieran podrían ganar más dinero si prolongaran su horario de trabajo. Los pagos mensuales a los médicos generalistas por cada paciente representan el 70% de las recaudaciones de los consultorios médicos.
Unos 12.000 médicos de cabecera expresaron ya la semana pasada su descontento con las condiciones en el sector de Salud. Su protesta consistió en que el martes llevaban una cinta negra en las mangas de sus uniformes, como símbolo del “entierro” de sus consultorios.