Mensajes musicales en botellas

Foto: presentación oficial de Flaškinet
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Hace ya diez años que Ondřej Hrach empezó a crear música con botellas. Luego de recorrer casi todo el país con su dúo Flaškinet y de llegar incluso a la televisión con su original propuesta, sueña con recorrer el mundo, especialmente España y Latinoamérica, de la mano de su música.

Foto: presentación oficial de Flaškinet

En varios países hispanos hay una frase para decir que algo no es tan fácil como parece: “no es cuestión de soplar y hacer botellas”.

Ondřej Hrach,  foto: Juan Pablo Bertazza
La música que Ondřej Hrách crea golpeando botellas de vidrio tampoco es algo sencillo. Sobre todo porque requiere de mucha velocidad para ir de nota en nota o, mejor dicho, de botella en botella. Hace diez años que empezó con esa actividad y poco después empezó a tocar en las calles de Praga junto a Jakub, un guitarrista a quien conoce desde el colegio secundario. Por las reglamentaciones actuales de la ciudad, tuvieron que dejar la calle pero ahora tocan en eventos empresariales, cumpleaños, fiestas y hasta casamientos.

Flaškinet es el nombre del dúo, un juego de palabras entre “flašinet” que en checo significa “organillo” y “flaška” que quiere decir “botella”.

“Me sorprendió bastante que no haya otra gente en el mundo, según las informaciones que tenemos, no hay otra persona en el mundo que toque las botellas golpeando de una manera más o menos profesional como nosotros. Entonces, hay gente sí que toca las botellas soplando pero no hay ninguno que lo toque así”.

Lo interesante de las botellas en relación con la música es justamente su versatilidad: si se las sopla constituyen un instrumento de viento. Pero al golpearlas, como hace el dúo Flaškinet, se convierten en un instrumento de percusión. Algo que suena muy parecido a un xilófono. En el primer caso lo que vibra es el aire y en el caso del golpe es el líquido que hay el interior de las botellas.

“Durante la transmisión de las semifinales de la Champions, durante la pausa, tocamos en el estudio de la televisión checa y eso para mí fue lo mejor porque desde muy pequeño veía el fútbol en la televisión checa”.

Hrách resume que son por lo menos tres los factores que afectan la música creada con botellas: el tamaño de los envases, la cantidad de agua y el material y la forma. Él casi siempre toca con envases de vino o de cerveza porque son los más regulares y, por eso mismo, los más apropiados para hacer música.

“Es diferente según la botella, según su tamaño y según el material. Entonces si tienes una botella de vino de un litro, por ejemplo, sería para crear los tonos más graves. Si usas una cerveza de 300 mililitros sería para crear uno de los tonos más agudos”.

Todas esas explicaciones técnicas suele darlas Hrach durante cada uno de sus conciertos. En cuanto al repertorio asegura que es bastante dinámico y amplio. Pero lo fundamental es que sean canciones muy conocidas: por eso tocan desde los temas de los dibujitos checos Maxipes Fík y Bob a Bobek, hasta melodías latinoamericanas muy famosas como La cucaracha y La bamba, pasando por el rock and roll y la música clásica con célebres composiciones checas como Vltava de Smetana, sin olvidar los éxitos de Karel Gott.

Hrách tiene muy buenos recuerdos de las épocas en que tocaban en la Ciudad Vieja de Praga porque gente del mundo entero se acercaba para hacerles comentarios en muchos idiomas. De hecho, aún guarda monedas de más de veinte países. Sin embargo, hoy tocan en eventos muy importantes a tal punto que, hace casi tres años, considera que cumplió un verdadero sueño.

Foto: presentación oficial de Flaškinet
“Durante la transmisión de las semifinales de la Champions, durante la pausa, tocamos en el estudio de la televisión checa y eso para mí fue lo mejor porque desde muy pequeño veía el fútbol en la televisión checa y, de repente, ahí estoy tocando las botellas. Nunca se me había ocurrido que podía pasar pero pasó”.

Para cumplir ese sueño lo primero que hizo Hrach fue buscar en internet el email de Pavel Čapek, un conocido comentarista de fútbol checo. En ese mensaje le hablaba del dúo y le decía que, en su repertorio, incluían el himno de la Champions League. A Čapek no le pareció una mala idea invitarlos a tocar en los estudios de la televisión checa, justo en el entretiempo de las semifinales.

Hrách recuerda que se trataba del partido de ida entre Manchester City y el Real Madrid. Además de tocar estuvo charlando mucho con los comentaristas. Pero la felicidad no terminó en el set: al terminar la actuación recibió muchísimas felicitaciones de amigos, familiares y también de muchos desconocidos.

“Seguramente el partido finalizó 0 a 0 y algunos de los comentarios en el facebook de la televisión checa decían que lo mejor del partido era el programa de la pausa con las botellas y, bueno, el partido la verdad que fue muy malo”.

“También queremos inspirar a la gente porque lo de tocar las botellas es algo único y puede servir como inspiración para que la gente haga algo diferente y especial”.

Con la satisfacción de haber cumplido uno de su sueños, Hrách se toma un buen tiempo para enumerar cada una de las ciudades checas en las que tocaron con su dúo: Praga, Pilsen, České Budějovice, Brno y Karlovy Vary son solo algunas de ellas. Su formación como lingüista le ayudó a tener un muy buen nivel de castellano y es por eso que ahora le gustaría llevar sus botellas por todo el mundo, especialmente a España y la mayor cantidad posible de países de América Latina. El traslado tampoco es simple porque suele llevar las botellas cargadas con agua para no tener que afinarlas en cada lugar. Pero asegura que el esfuerzo vale la pena porque, además de alegrar con su música, también intentan llevar un mensaje a la gente.

“También queremos inspirar a la gente porque lo de tocar las botellas es algo único y puede servir como inspiración para que la gente también haga algo diferente, algo especial. Además tiene una dimensión ecológica porque se trata de un reciclaje de materiales para crear música. Y no solo de materiales sino también de música porque estamos tocando también canciones y melodías conocidas y las reciclamos y es un reciclaje doble”.

Podría agregarse que, en ese mismo reciclaje, lo que hace también el dúo Flaškinet es dejar el ego un poco de lado. Porque si bien los dos integrantes componen su propia música prefieren recrear en los conciertos solo canciones muy conocidas. Para nuevo y original alcanza con las botellas.

Flaškinet