Máquinas de cerveza solicitarán DNI

Foto: CTK

En la República Checa se encuentran muchas máquinas de café, bebidas sin alcohol, comida y cigarrillos. La cervecería Pilsner Urquell quiere implantar en este país una novedad: máquinas de cerveza en lata.

Foto: CTK
La ley checa prohíbe la venta de bebidas alcohólicas a los menores de 18 años de edad. Por ello las máquinas de cerveza serán provistas de un dispositivo de lectura que debería impedir a los adolescentes comprar esa bebida, explicó el portavoz de la empresa Pilsner Urquell, Vladimír Jurina.

"Al comprar la cerveza, la persona tiene que presentar su DNI o pasaporte y el aparato de lectura controlará si ha cumplido los 18 años de edad. Ese sistema es único a nivel mundial".

Una vez terminada la transacción, la máquina borra los datos obtenidos de la memoria, así que nadie debe temer a abusos de sus datos personales, el dispositivo solamente controlará los elementos de protección y el código que incluye la información sobre la edad del comprador, resaltó el portavoz.

Foto: CTK
En caso de que dé resultados buenos, el sistema inventado por la firma Future Art podría aplicarse en otros tipos de máquinas que pueden ser usadas solamente por mayores de edad, como las máquinas de tabaco y tragaperras. Los diseñadores de la idea ya solicitaron el decreto de patente a nivel internacional para expandirlo en el exterior.

"La máquina reconoce documentos falsos, pero no podemos descartar la posibilidad de que alguien compre la cerveza con un documento prestado. No obstante, es responsabilidad de la persona que actúe de esa forma. Igual como cuando alguien maneja un automóvil sin permiso de conducir", matiza el agente de la empresa, Karel Stibor.

Pilsner Urquell se propone instalar la primera veintena de estas máquinas de a partir de marzo en hoteles, residencias estudiantiles y centros comerciales y antes del final de año, tiene previsto poner en funcionamiento en el país un total de 60 máquinas.

El primer modelo de ese aparato, instalado en octubre en la residencia estudiantil del barrio de Dejvice, en Praga, registra una venta de aproximadamente 20 cervezas por día.

Autor: Roman Casado
palabra clave:
audio