Madeleine Albright recuerda a las víctimas de holocausto en Terezín
La ex Secretaria de Estado de EE. UU., Madeleine Albright, visitó este domingo el antiguo campo de concentración de Terezín para recordar a las víctimas del holocausto entre las que se encuentran más de 20 miembros de su familia.
Madeleine Albright nació en Praga en 1937 y su padre fue el diplomático checo Josef Korbel. Las raíces judías de su familia las descubrió a sus 59 años, antes de desempeñar el cargo de Secretaria de Estado en el gabinete del ex presidente Bill Clinton. Sus padres nunca le hablaron sobre el tema, señala la diplomática.
“La verdad es que no sé por qué nunca me dijeron sobre nuestras raíces. Mis padres murieron antes de que yo supiera que eran judíos. Yo creo que para ellos fue algo muy triste, cuando volvieron a Checoslovaquia después de la guerra y supieron que mis abuelos y casi toda la familia habían desaparecido. Luego nos fuimos a Estados Unidos donde mi padre pidió asilo político. Creo que quisieron empezar una nueva vida. Fue tan triste para ellos que ya no quisieron hablarnos de lo que había ocurrido”.El descubrimiento de su origen, revelado en un reportaje del periódico Washington Post en 1997, llevó a la canciller a escribir el libro titulado ‘El Invierno de Praga’ en el que recuerda su herencia judía y los años de la guerra que había pasado exiliada junto a sus padres y sus dos hermanos en Londres. En Terezín, Madeleine Albright añadió su palma de la mano a la colección titulada ‘Un toque de cristal’ que reúne las palmas de la mano de los personajes destacados del mundo entero que se exponen en una galería en el antiguo gueto.
Por el momento, la galería cuenta con los modelos de las manos del ex presidente checo Václav Havel, el escritor Arnošt Lustig y el salvador de niños judíos, Nicolas Winton, entre otros. Todos fueron fabricados gracias a una tecnología especial, inventada por los cristaleros checos, Alexandr y Jan Huñát, que permite ver con nitidez todas las líneas de la piel.Al colocar la ofrenda floral en honor a las víctimas del holocausto, Madeleine Albright recordó que esta no es su última visita a Terezín. En el futuro la política quiere volver al antiguo campo de concentración para colocar ahí una placa conmemorativa con los nombres de los miembros de su familia asesinados por los nazis.