Las terrazas de verano peligran en Praga
Tiempos duros empezarán a partir de mayo para los dueños de restaurantes en el centro de Praga. Los protectores del casco histórico quieren eliminar de las terrazas situadas delante de los locales la publicidad demasiado llamativa y los televisores que con su ruido contaminan el entorno.
Con el correr de los años muchos restaurantes se han lanzado a la calle con enormes terrazas que se comen gran parte de las aceras para molestia de los transeúntes.
Además del espacio arrebatado a las vías públicas, el exceso de publicidad y el ruido de grandes pantallas de televisión han causado malestar entre los protectores del casco histórico.
Jiří Skalický, experto en protección de monumentos históricos, denunció que muchos restaurantes ‘construyen’ terrazas que violan las normas establecidas para el casco histórico.
“Las terrazas son espacios temporales que no deben tener elementos de construcción fijos o permanentes. Nos veremos obligados a aplicar todo el peso de la ley, y las terrazas que violan las normas serán eliminadas”.
Amparados en la ley, los expertos quieren dar al casco histórico de la capital checa un aspecto más amable, libre de contaminación luminosa y de ruido.La apretada de tuercas por parte de la Alcaldía praguense afectará a un total de 300 restaurantes. Los propietarios sostienen que verán limitados sus servicios y que es probable que pierdan clientela, por lo que tratarán de buscar un compromiso con las autoridades locales.
Además de los televisores y la publicidad, lo expertos critican los elevados cristales que muchas veces rodean las terrazas, las sombrillas con publicidad y los calentadores de gas que obstaculizan la circulación de personas por las aceras.
Las limitaciones expuestas por los protectores del entorno histórico habían topado hasta hace poco con el rechazo de algunos concejales. Resulta que la otorgación de permisos para las terrazas representa un significativo ingreso de dinero para la arcas del gobierno local.
A nivel de la República Checa las normas varían de acuerdo con cada ciudad. Mientras que algunas las terrazas son permitidas únicamente en verano, en otras la única limitación es que cierren a las 10 de la noche para no perturbar el orden público.