Las fieras regresan
El deterioro del medio ambiente ya no representa en la República Checa la mayor amenaza para el lobo, el oso y el lince. Las fieras se adaptan al avance de la civilización y hasta regresan a su anterior hábitat. El peligro más grave consiste en que las personas no sepan convivir con estos animales salvajes y les declaren la guerra, como ya ocurre en la sierra de Beskydy, en el extremo oriental de la República Checa.
Las fieras desaparecieron del territorio de la República Checa durante decenas de años. Sin embargo, en los últimos años regresan y este fenómeno es extraordinariamente positivo ya que las fieras son importantes para el mantenimiento del frágil equilibrio en la Naturaleza. Donde escasean las fieras, prolifera la caza mayor que destruye los jóvenes árboles y los bosques no pueden renovarse. Entre los habitantes de pueblos de montaña y caseríos solitarios el regreso de las fieras provoca miedo y hasta pánico. En la sierra de Beskydy, donde han aparecido lobos procedentes de la vecina Eslovaquia, los habitantes exigen que todos ellos sean abatidos.Algunos padres prohiben a los niños penetrar en el bosque y los pastores temen por sus ovejas y cabras.
Jan Plesník, vicedirector de la Agencia estatal para la protección de la Naturaleza, dice que se trata del complejo de la Caperucita Roja. La gente tiene miedo a los lobos, aunque desde la Edad Media se hayan registrado en toda Europa tan sólo dos casos de agresión del lobo al hombre, y ello ocurrió además en un invierno muy crudo.
Para algunos cazadores, el lobo, el oso o el lince representan también un precioso trofeo. Desde 1998 la Agencia para la protección de la Naturaleza no recibió un sola petición de permiso de caza de lince, pero, como mínimo veinte de estas fieras fueron abatidas ilegalmente, sostiene Jan Plesník. El especialista añade que hace algunos años, en la sierra de Jeseníky, en Moravia del Norte, vivía una osa que hasta parió varios cachorros, pero alguien terminó por matarla.
También el movimiento ecologista Duha - Arco Íris en español - que realiza en la sierra de Beskydy una campaña por la protección de las fieras, afirma que varios animales fueron matados por cazadores. Los protectores de la Naturaleza organizan por eso en Beskydy durante el invierno las llamadas patrullas de defensa del lobo que vigilan para que los cazadores no coloquen trampas.Los ecologistas acusaron recientemente a los cazadores de colocar cebos para facilitar la caza de lobos.
La campaña a favor de las fieras, promovida por los protectores de la Naturaleza y por los zoólogos de la administración de la Región protegida de Beskydy empieza a dar sus primeros frutos. Lo demuestra la reciente encuesta realizada por el movimiento Arco Íris entre 200 habitantes de los caseríos de montaña de la sierra de Beskydy que pone en evidencia que en el último año aumentó considerablemente el número de personas que no consideran al lobo y al lince como fieras peligrosas.