Las empresas checas se han adaptado al teletrabajo
Las empresas en Chequia han encontrado una manera de mantener su productividad a pesar del teletrabajo que impuso la pandemia del coronavirus. La pérdida de productividad es menor que en la primavera.
La caída de la productividad de los empleados que trabajan desde casa no es tan marcada como durante los meses de primavera, cuando la primera ola del coronavirus sorprendió a las empresas.
Las empresas cuya área de actividad permite el teletrabajo han sabido adaptarse a los requerimientos que impusieron las restricciones adoptadas en torno a la pandemia.
Mientras que en primavera la productividad de los que trabajaban desde casa se redujo en más de un 30%, ahora se trata de entre un 10% y 20%. Los datos se desprenden de un análisis realizado por la empresa consultora Moore Czech Republic.
De acuerdo con el análisis, ante la visión de una segunda ola, las empresas invirtieron en hardware y software de mayor calidad, para asegurar que sus empleados pudieran trabajar desde casa de manera más cómoda y segura.
Numerosas empresas introdujeron también nuevos mecanismos de comunicación a distancia, como videoconferencias o reuniones en línea regulares para motivar a sus empleados.
Otras compañías optaron por limitar de manera preventiva el contacto físico entre los empleados y los dividieron en grupos que deben alternarse en el lugar de trabajo.
De acuerdo con Petr Kymlička, socio en Moore Czech Republic, se ha mostrado como más eficiente precisamente la combinación del teletrabajo y la presencia física de los empleados en las oficinas.
En base a la experiencia adquirida durante los últimos meses, algunas empresas han decidido convertir el teletrabajo en un elemento estándar de la jornada laboral, incluso a pesar de la presencia de factores que complican el trabajo a distancia, como la presencia de niños pequeños en el hogar, una conexión a internet débil o las limitaciones que el teletrabajo impone a la comunicación entre miembros de un mismo equipo.
