La salsa urbana de la-33 le dio sabor a Colours of Ostrava
En su sexta gira por Europa, la banda colombiana la-33 hizo una escala el pasado viernes en el festival Colours of Ostrava. Con miles de asistentes presentes, los músicos de Bogotá protagonizaron una gran fiesta de salsa. Radio Praga entrevistó a los músicos antes del concierto.
La banda la-33 nació en un antiguo convento en una calle de Bogotá, pero con la religión no tiene nada que ver, explica el bajo y director del grupo, Sergio Mejía.
“En el momento en que nació la banda ya no era un convento. Mi madre compró una casa muy grande de 500 metros cuadrados en la calle 33 con Carrera 15, de allí viene el nombre de la orquesta, la-33. Tenemos varias oficinas y allí siempre alquilados espacios, han habido siempre lugares para ensayos de música y allí nació la orquesta, pero realmente no tiene ninguna relación con el convento ni nada de eso”.
La idea de fundar el grupo partió de Sergio Mejía y su hermano Santiago, que toca el piano. A ellos se sumó el cantante Guillermo Celis. Actualmente la banda está integrada por doce músicos que son como una familia y desarrollan su propio estilo de lo que se llama salsa urbana, callejera o de golpe, cuenta Sergio Mejía.
“Yo creo que estamos consolidando nuestro propio estilo. Nosotros arrancamos desde el sonido de la salsa de los 60 y 70, del sonido de Nueva York, Puerto Rico. Partimos de allí y a partir de allí empezamos a desarrollar nuestro propio estilo, basado en ese estilo, con las influencias que existen ahora, ya no estamos en los 60 ni en los 70, entonces, allí se cuelan muchas influencias. Así es como suena la-33, también teniendo en cuenta que es una banda de Bogotá, es decir de una montaña a 1700 metros de altura, que los bogotanos tenemos otro acento de hablar. Casi todos los cantantes de salsa han sido cantantes costeños, que nacieron al lado del mar. Nosotros tenemos un cantante de ellos, costeños, pero tenemos dos cantantes cachacos, que tienen otro acento y que también dan un sonido diferente”.
En Ostrava la banda colombiana interpretó canciones de sus primeros dos discos ‘la-33’ y ‘Gózalo’, y del tercero que está preparando. Sus temas surgen de la vida misma, de cosas que les pasan, de sentimientos que tienen, de mensajes que quieren dar. Y tal como la-33 incursiona en otros géneros musicales, tampoco evita la colaboración con otros artistas. En el pasado compartió escenario con Willie Colón, Chucho Valdés y Sargento García, entre otros.
¿Qué significa la salsa para ustedes?, preguntamos a Sergio Mejía y al timbalista Juan David Fernández.
Sergio Mejía: “Pues, la salsa es como lo que le da el sabor a las cosas en la comida. Tú te comes una carne y si no le echas salsa, es insípida. Entonces, nuestra salsa es lo que le da el sabor ahora nuestra vida básicamente”. Juan David Fernández: “Alegría, una forma de expresarse, una reunión de muchas cosas, de muchos momentos de muchas épocas”.
¿Qué recomendaría a los organizadores del festival Colours of Ostrava para que la audiencia checa conozca un poco más la música latinoamericana?
“La música afrocolombiana moderna. Hay muchos grupos en Colombia que están haciendo un género basado en la música folklórica colombiana, que también la recomiendo la música folclórica pura, digamos. Y también las nuevas músicas colombianas que son las raíces de esa música folclórica fusionadas con el rock y el jazz”.
La-33 visita el viejo continente por sexta vez y parece que no se cansa. ¿Cómo se sienten tocando ante los europeos?
Sergio Mejía: “Muy bien, delicioso. Es chévere por eso seguimos viniendo y espero que lleguemos a sesenta”.
Juan David Fernández: “Es interesante también ver cómo la gente reacciona. Otra cosa, es bueno mostrar la música que muchas audiencias que nos van a ver muchas veces ni siquiera conocen el género. Y eso se me hace muy bueno que tenemos la oportunidad de mostrar algo nuevo. Hay mucha gente que se asusta de la salsa por cómo se baila. Dicen que el baile es muy complicado, que hay que ir a aprender cómo se baila. Pues, no es cierto, es música y se baila como uno sienta, como uno quiera bailar”.