Graffiti - Causa Pública

Lo mismo que una plaga, los graffitis han logrado extenderse e imponerse en la República Checa. Al extremo de que el Ayuntamiento de Praga se ha visto obligado a tomar cartas en el asunto iniciando una campaña en contra de esos dibujos callejeros anónimos.

Más que "corazón de Europa", de la Praga de hoy podríamos decir que es el "corazón del graffiti". Lamentablemente. Es que casi no hay fachada que no lleve el sello de esa tan cuestionable "manifestación artística" que tiene más en común con el vandalismo que con el arte pictórico. El problema no es el graffiti en sí, sino dónde aparece, por lo general de la noche a la mañana, y siempre en detrimento y ocasionando daños materiales.

Parte de la campaña desplegada por el Ayuntamiento de Praga ha sido la creación de una página web en la que los interesados pueden encontrar información acerca de los aspectos jurídicos y de cómo proteger sus inmuebles de los indeseados dibujos e inscripciones callejereros anónimos. La página también invita a los autores de los graffitis a dialogar con los concejales y con la opinión pública en general.

Es que la enconada lucha que desde hace unos años se viene sosteniendo entre los "creadores" de graffitis y los propietarios de inmuebles, las alcaldías y los medios de transporte de este país, ya ha costado decenas de millones de coronas. Es mucho lo que cuesta borrar o eliminar los dibujos e inscripciones hechos con sprays, de los que no se han salvado, ni siquiera, monumentos de importancia. Y lo peor del caso es que no lo pagan de su bolsillo los culpables, por ser casi imposible "cogerles con las manos en la masa", tal como reconoce la policía nacional.

Autor: Mónica Villegas Gallego
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