Extremistas preparan acciones contra los gitanos en Bohemia del norte
Gitanos y extremistas tomaron las calles de varias ciudades del norte de Bohemia para expresar su malestar por la tensión que domina la zona. Un grupo reducido de gitanos pidió paz y tranquilidad, mientras que unos cien extremistas amenazaron con linchar a los gitanos.
Bohemia del norte se ha convertido en el nuevo escenario de los enfrentamientos. Una pandilla de gitanos dio una brutal paliza a seis jóvenes, hiriendo a uno de gravedad la semana pasada.
La respuesta inmediata del Gobierno ha sido enviar unidades de la Policía Antimotines para garantizar la seguridad y el orden en Bohemia del norte. El director general de la Policía, Petr Lessy, entiende la gravedad del problema, pero estima que los partidos radicales tratan de sacar provecho de lo que ocurre.
“Da la impresión de que el extremismo se ha apoderado de la sociedad, pero en realidad se trata de actividades de los partidos radicales que aprovechan el momento en busca de capital político”, sostiene el jefe de la Policía.Los vecinos de la ciudades de Rumburk, Varnsdorf y de la localidad de Šluknov no ocultan que la atmósfera es tan tensa que cualquier incidente puede convertirse en la chispa que provocará un incendio social de grandes dimensiones.
De acuerdo con recientes estudios, el 80% de los checos declara que no quiere tener vecinos gitanos. Los sociólogos sostienen que se trata de una cifra es alarmante.
En los últimos seis meses se trasladó al norte de Bohemia un número significativo de familias gitanas procedentes de otras zonas del país. Se trata de personas que perdieron sus hogares durante las inundaciones en otras zonas o bien fueron desalojadas por no pagar el alquiler. De un total de 167 personas que se trasladaron a Bohemia del norte solo 3 tienen trabajo.Según explicó la alcaldesa de Šluknov, Eva Džumanová, una de las localidades afectadas, no existe ningún tipo de instrumento legal o jurídico que impida a cualquier persona mudarse de una ciudad a otra.
Las dificultades empiezan cuando una ciudad desaloja a determinado número de habitantes y una empresa de bienes raíces les consigue alojamiento en edificios de apartamentos privados. “No se trata de viviendas municipales”, insistió la alcaldesa.
Por su parte, el alcalde de Rumburk, Martin Louka, celebró una reunión pública con los habitantes para tratar de encontrar una solución, pero por el momento lo único que se ha logrado es conseguir que el presidente de la Policía envíe más antimotines a la región para frenar a los extremistas que planean nuevas acciones contra los gitanos.