Expulsan por primera vez a un agresor del hogar de la víctima
Por primera vez en la historia de la República Checa la Policía expulsó a un agresor del domicilio de una víctima de violencia doméstica.
El primero de enero del presente año entró en vigor en la República Checa la Ley de Protección ante la Violencia Doméstica. Pasadas sólo dos horas de la vigencia de esa normativa, la Policía de la localidad de Jirkov, al Oeste del país, expulsó del domicilio por diez días a un hombre que agredía físicamente a su esposa y la amenazaba de muerte.
Según las estadísticas, la violencia doméstica es una de las formas de violencia más extendidas en el país. Un 13 por ciento de los checos admitió haber experimentado personalmente el maltrato doméstico. En el 97 por ciento de los casos son víctimas de esa violencia las mujeres.
Monika Koutná, del Centro de Ayuda a las víctimas de la violencia doméstica en la ciudad de Liberec, Bohemia del Norte, indicó que en la mayoría de los casos el agresor es el propio cónyuge de la víctima. La restricción de la presencia del agresor en el domicilio le permite ahora a la víctima contactar con mayor facilidad a especialistas que pueden ayudarle a solucionar su situación.
"En los Centros de Ayuda le concedemos a la víctima de la agresión la asistencia jurídica, recomendándole los pasos a adoptar contra el agresor y le facilitamos consultas con un psicólogo. En caso de necesidad podemos ofrecerle a la persona afectada un domicilio temporal en una casa de asilo para las víctimas de la violencia de género", dijo Monika Koutná.
Independientemente de que a partir de junio de 2004 la violencia conyugal es considerada un delito, hasta hace poco, las Casas de Asilo y la ayuda de diversas organizaciones no gubernamentales, representaban una de las pocas soluciones para las víctimas de los malos tratos en la República Checa. Pero mientras que la parte afectada, tratándose mayormente de una mujer y de sus hijos, se veía obligada a abandonar el hogar y buscar refugio, el agresor permanecía en casa y muchas veces ni llegaba a ser denunciado por la víctima.
La nueva normativa garantiza a la persona expuesta al abuso físico, sexual, económico o psicológico en la vida privada la posibilidad de solicitar la intervención de la Policía y la posterior expulsión del agresor por diez días del domicilio de la víctima. Ofrece asimismo varios tipos de ayuda de las autoridades públicas a la persona afectada con el fin de castigar al agresor y prevenir que vuelva a repetirse una situación semejante.