Entra en vigor la prohibición de vender alcohol sin “carné de identidad”

Foto: Archivo de ČRo 7 - Radio Praga

Desde este miércoles todas las botellas de destilados a la venta en bares y restaurantes tendrán que llevar un número de identificación. Los establecimientos que incumplan la normativa se arriesgan a fuertes multas y a la retirada de su licencia para vender alcohol.

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Los bares y restaurantes checos están obligados desde este miércoles a marcar cada destilado a la venta con el llamado “carné de identidad”, un número que permite trazar la procedencia de la botella de whisky, ron, vodka o aguardiente y comprobar su origen legal.

Para controlar que bares y restaurantes cumplan la normativa, se espera un mayor número de inspecciones y la aplicación de criterios más estrictos. Las multas por almacenar alcohol no identificado pueden pasar de los 40.000 euros y costarle al propietario el fin de su negocio.

Los establecimientos han tenido un plazo de tres meses para adaptarse a la nueva norma y conseguir los “carnés” de sus proveedores, un tiempo considerado suficiente por el barman Vladimír Prstecký de Ostrava.

“Los números de identificación se iban dando poco a poco pero después de dos o tres semanas el sistema on-line empezó a funcionar mejor y ahora marcha a la perfección. De nuestra reserva solo una botella se ha quedado sin número, un ron de Puerto Rico, y el resto tienen su carné en orden”.

A pesar de la medida, el alcohol de origen incierto sigue siendo un problema en la República Checa. La Policía calcula que todavía hay en circulación unos cinco mil litros de destilados sin identificar, ocultos en despensas de particulares o en los almacenes de empresas de distribución.

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Los checos se están mostrando reticentes a hacer limpieza en sus mueble-bares. De momento los contenedores establecidos para que la gente se desprenda de sus bebidas de dudosa procedencia están prácticamente vacíos.

El tema se convirtió en un asunto de interés nacional en septiembre, cuando se produjeron varias muertes por la ingesta de alcohol adulterado. El caso se ha cobrado hasta el momento 38 víctimas y numerosos afectados.

Las inspecciones tratarán de intensificar los controles también sobre los puestos callejeros. Con la llegada de la Navidad aumenta el número de quioscos que venden bebidas calientes con contenido alcohólico, como el grog.

Autor: Carlos Ferrer
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