En el balneario de Belohrad les tratarán como a reyes

Foto: Martina Schneibergová

Una estancia de relajamiento en un balneario aparece cada vez más a menudo como regalo bajo el arbolito navideño checo. Ejercicios en una piscina, inhalaciones de oxígeno, compresas de parafina para manos, masajes, baños de dióxido de carbono y fototerapia acompañados con un variado programa cultural, ésta es la oferta para este fin de año del balneario de barros Belohrad, en Bohemia Oriental. La tarea primordial del balneario de Belohrad es, sin embargo, curar a los pacientes con problemas del aparato locomotriz, subrayó el director económico de este establecimiento curativo, Theodor Stofira, sin ocultar el orgullo de que después de la primera visita la mayoría de los clientes vuelve al balneario de Belohrad. Del balneario, que cuida como a su hijo, nos contará en este espacio A toda marcha.

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Ana-María, Carlita, Estefanía se llaman las residencias del balneario de Belohrad que acoge anualmente a cerca de 6 400 pacientes. El 85 por ciento de ellos procede de la República Checa, pero vienen también clientes de Alemania, EE.UU., Canadá, Israel, Dinamarca, Suecia y Holanda.

El balneario de Belohrad cuenta con una tradición de más de 120 años. Fue la condesa prusiana Ana de Asseburg quien en el año 1885 realizó con éxito los primeros intentos de curar con el barro local.

"Prácticamente, el desarrollo del balneario se remonta hacia mediados de los años 30 del siglo pasado cuando el doctor Janecek, considerado como el fundador moderno del balneario, empezó a aprovechar la fuente curativa natural y estableció una buena base para el tratamiento médico. Paso seguido la ciudad de Belohrad recibió el atributo de balneario - Lázne Belohrad".

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Belohrad fue el primer balneario checo que consiguió en el año 2000 el certificado internacional de calidad ISO 9001. Este año se le agregó el certificado EuroSpa med otorgado por la Asociación Europea de Estaciones Termales ESPA, apuntó Theodor Stofira señalando que esta evaluación representa un reconocimiento al sector termal checo como tal. Aquí, no obstante, no terminan las primacías de Belohrad.

"Estimo sin querer ser presumido que tenemos la mayor concentración de médicos en la República Checa que disponen de un atestado en balneoterapia. Se trata de expertos de primer rango y a ello corresponde el acceso individual al paciente que aplicamos. Los médicos, el personal paramédico, los fisioterapeutas están incorporados al sistema de educación permanente, lo cual repercute en la calidad de su trabajo".

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De la marcha correcta del balneario se ocupa el ordenador que dirige estrictamente el movimiento del paciente por los establecimientos curativos.

"Después de ser recibido en el balneario, el paciente obtiene un horario de medicaciones a las que se someterá durante su estancia. Con una precisión de minutos está calculado el tiempo en que el paciente debe encontrarse con nuestro empleado en un cierto lugar para recibir su cura. Todo lo dirige un ordenador, que es muy bueno, y los pacientes obedecen y cooperan".

Antes de despedirnos, ¿le transmitiría algo a un eventual cliente hispano que baraja la posibilidad de pasar algún tiempo en un balneario checo?

"Si viene a curarse los males del aparato locomotriz encontrará un tratamiento de calidad. No somos Karlovy Vary, no tenemos casinos, no disponemos de espacios extensos que están llenos de luz y vida bulliciosa, es decir de los paseos amplios, pero ofrecemos una terapia de alto nivel que se basa en la destreza de nuestros empleados y en los efectos de nuestro barro curativo. Somos capaces de ayudar a la gente que quiere curar dolores de la columna vertebral, reumatismo, o necesitan rehabilitación después de una endoprótesis total o la sustitución de articulaciones. Ayudamos a cualquier persona para que pueda marchar bien".

¿Qué dicen, amigos? ¿Se dejan seducir?

Foto: Martina Schneibergová