El conde Kinský: "Lucharé para restablecer mi propiedad"
El conde Frantisek Oldrich Kinský proviene de una vieja familia noble que antes de la Segunda Guerra Mundial poseía vastas propiedades en Checoslovaquia. Después de cincuenta años, solicita que se las devuelvan.
Un tribunal checo devolvió a finales del mes pasado una pequeña parte de los dominios que la estirpe de los Kinský poseía en la antigua Checoslovaquia y que se estiman en 40 mil millones de coronas checas, mil 300 millones de euros.
El veredicto causó revuelo en el escenario político checo. Los políticos alegaron que los bienes fueron confiscados por medio de los Decretos de Benes y que este veredicto los pone en duda. Subrayaron que hay que hacer todo lo posible para impedir veredictos semejantes.
Todo parece indicar que los tribunales checos adoptaron dicha recomendación, pues rechazaron la semana pasada otra de las 157 solicitudes de la restitución de los bienes de Frantisek Oldrich Kinský.
El abogado del conde, Jaroslav Capek, destacó que está preparado para dirigirse a tribunales internacionales, lo que confirmó a Radio Praga el mismo Frantisek Oldrich, residente en Argentina.
"Quisiera cerrar diciendo que toda mi vida he defendido mis derechos a la propiedad que me fue robada y que voy a seguir luchando mientras tenga suficiente fuerza para hacerlo, en todas las instancias en las que sea necesario, a fin de restablecer la justicia, porque creo que quien no defiende sus derechos, merece que se los quiten".
Frantisek Oldrich Kinský sostiene que sus bienes le fueron expropiados por los Decretos de Benes injustamente, ya que con los nazis no colaboró él sino su padre. Por ello, el conde Kinský no busca la restitución de su propiedad, sino la confirmación de su derecho a la propiedad.