Discurso de Año Nuevo, adiós a Škvorecký, implantes de silicona

Josef Škvorecký, foto: Tomáš Krist, ISIFA/Lidové noviny

El positivo y optimista discurso de Año Nuevo del presidente Václav Klaus; el adiós a otro grande de las letras checas, Josef Škvorecký, fallecido recientemente en Canadá a los 87 años; y el escándalo de los implantes de silicona ha llegado al país. Esos son los temas destacados de la semana, que revisamos a continuación.

Václav Klaus,  foto: ČTK
Pese a que la República Checa no corre peligro de declararse en bancarrota estatal, como otros países europeos, necesita realizar cuanto antes las reformas del sector público.

Esos y otros asuntos destacó el presidente Václav Klaus en su discurso de Año Nuevo, en el que, como es tradicional, el mandatario analizó diversos aspectos de la actualidad nacional e internacional.

“Sé que mucha gente ya tiene alergia a la palabra reformas y con razón. Durante muchos años, esa palabra se abusaba, porque solamente se habló de la necesidad de realizar los cambios esenciales, pero no se efectuaron. Si no queremos sufrir consecuencias dolorosas, es necesario realizar estos cambios cuanto antes”.

El presidente calificó de alarmante que la deuda estatal checa haya crecido cuatro veces desde 2002, cuando ascendió a unos 14 mil millones de euros.

Por otro lado, el mandatario apreció el hecho de que la deuda de las arcas estatales y la tasa de desempleo figuran entre las más bajas de Europa.

“Las consecuencias de la crisis de endeudamiento y del flojo crecimiento económico de Europa superaron nuestras expectativas. La solución para cubrir las gigantescas deudas de algunos países sigue postergándose para un futuro lejano. No se puede descartar que esos problemas se profundicen en los próximos meses y que Europa vuelva a vivir una recesión. Eso afectaría también a nuestro país”.

En su discurso, Václav Klaus además recordó al ex presidente Václav Havel, fallecido el pasado 18 de diciembre, y destacó sus méritos por introducir la libertad y la democracia en este país durante su período de funciones entre 1989 y 2003.


Josef Škvorecký,  foto: ČTK
La literatura checa sigue de duelo. A la muerte del dramaturgo y ex presidente Václav Havel, el 18 de diciembre, se suma ahora el fallecimiento de otro clásico de las letras nacionales y uno de los mayores narradores checos de la segunda mitad del siglo XX, junto a Milan Kundera y Bohumil Hrabal.

Se trata de Josef Škvorecký, que murió el martes en Toronto a los 87 años de edad.

Su primera novela, ‘Los Cobardes’, le convirtió en uno de los autores inmortales de la literatura checa.

Škvorecký escribió este libro sobre el fin de la Segunda Guerra Mundial en Checoslovaquia en 1948, pero tras el golpe de Estado comunista del mismo año lo pudo publicar solo 10 años más tarde.

Al final el régimen permitió el lanzamiento del libro al mercado, pero inmediatamente lo sometió a dura crítica, según recordó el propio autor en los años 90.

“Pensaba que me iban a criticar desde el punto de vista artístico. Que me iban a decir que la novela es demasiado naturalista, etc. Jamás se me hubiera ocurrido que me acusaran de traición a la patria”, indicó.

Josef Škvorecký,  foto: Tomáš Krist,  ISIFA/Lidové noviny
Exiliado, Škvorecký pudo publicar su obra sin temor. Así llegaron al lector otras de sus novelas más conocidas, como ‘El Batallón de Tanques’, en 1971, y ‘El Ingeniero de las Almas Humanas’, en 1977, así como numerosos cuentos, destacó el experto en literatura, Pavel Janoušek.

“Para mí Švorecký es fascinante como autor de cuentos capaz de capturar de manera grotesca el mundo a su alrededor, primero con sus paradojas y rarezas de la vida socialista y luego de las de la vida en occidente”, señaló.

El presidente de la República, Václav Klaus, sostuvo que el fallecido escritor Josef Škvorecký, fue un hombre libre en un mundo que no lo era y un fenómeno de la vida cultural checa, ya que también sobresalió en su faceta de editor.

Representantes de la comunidad de escritores y de los círculos políticos enviaron condolencias a la viuda Zdena Salivarová y resaltaron los valores literarios de Škvorecký, así como su actividad de editor en el exilio.


Decenas de miles de mujeres de unos 65 países tienen prótesis de mama de la empresa francesa PIP, fabricada con silicona que se emplea mayormente para hacer colchones, por ejemplo.

Este implante se aplicaba también en Chequia, pero no existen datos generales que documenten cuántas mujeres poseen ese implante mamario, según sostuvo Veronika Petláková, portavoz del Instituto Estatal para el Control de los Medicamentos.

”Nuestro Instituto no tiene información hasta el momento de que alguna mujer tuviera complicaciones con las siliconas. Independientemente de ello insistimos en la necesidad de que las mujeres con implantes de mama se sometan preventivamente a un examen médico para descartar un eventual defecto”.

La importancia de someterse a un control médico para prevenir complicaciones con prótesis de mama de baja calidad la comparten los especialistas.

Entre ellos Jiří Ferra, cirujano plástico de una clínica privada, en Praga.

”Todas las mujeres deberían estar informadas de la marca de implante que les fue aplicado. En caso de tener alguna sospecha y no tener esos datos, es recomendable que visiten a un especialista. La mayoría de las mujeres no se da cuenta si algo pasa con la silicona. Un implante defectuoso puede causar luego serias complicaciones de salud a la mujer”.

Unas mil mujeres se someten en Chequia cada año a una operación de aumento de mamas. Y ello a pesar de que ese tipo de intervención quirúrgica cuesta más de dos mil euros en promedio, cantidad de dinero que equivale a más de dos sueldos mensuales medios.

Otras 300 o 350 mujeres se someten a la reconstrucción de la mama tras su extirpación por cáncer.