Cómo adoptaron los mexicanos la polka checa

Del libro 'Polka, raíces de una tradición musical'
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Hace 170 años nació en un pueblo de Bohemia Central la polka. En el año 1845, según se estima, este baile propiamente checo llegó a México, echando raíces tan firmes que ni el siglo 21 las desarraiga. De la presencia de la polka en México narra el libro que escribió el cónsul checo en Monterrey, México, Radko Tichavský. Le llamamos para averiguar más sobre el tema.

¿Cuáles fueron sus motivos para escribir el libro "Polka, raíces de una tradición musical"?

"Decidimos hacer el libro principalmente porque en la lengua española no existe una compilación de textos documentales sobre los inicios de la polka y sobre cómo la polka llegó a América Latina, cómo se enraizó allí y cómo se quedó como una expresión que ya considerada en los países latinoamericanos como propia. En la región del norte y noreste de México, la gente considera a la polka como su danza nacional, como su emblema cultural".

En el libro se descubren hechos históricos hasta ahora poco conocidos. Por ejemplo, la existencia de ligas y relaciones interculturales entre los asentamientos checos en Texas y entre la población mexicana, apuntó Radko Tichavský.

"Por ejemplo, viene en el libro una fotografía de una familia checa en Matamoros, Tamaulipas. Antes no se pensaba que había esta conexión. Incluso se habla en el libro sobre una situación muy concreta en las relaciones americano-mexicanas cuando los anglosajones residiendo en Texas en un momento dado decidieron expatriar a todos los pobladores de origen mexicano. En esas fechas había un comité de vigilancia formado por europeos - checos y alemanes - que se opuso a la expatriación. Debido a esta decisión, los mexicanos nunca fueron regresados a su país y se quedaron en Texas. Sigiuieron poblándolo y conviviendo con los anglosajones hasta que se desarrolló la cultura Tex-Mex".

Los contactos entre la población checa, la segunda minoría más importante en Texas, y los habitantes del noreste de México reforzaron la presencia de la polka. Una liga muy poderosa estaba relacionada con las ferias de algodón.

Radko Tichavský
"Los músicos mexicanos iban a las ferias, aprendían a tocar las polkas del género checo, pero las tocaban un poquito diferente. Los checos utilizaban el acordeón, el violín y el contrabajo. El acordeón lo tocaban al estilo europeo, es decir, con la mano izquierda acompañaban con acordes y bajos la melodía tocada por la mano derecha. Como diferencia, los mexicanos tocaban la melodía solamente en la mano derecha, mientras que la mano izquierda la pasaban a la guitarra y al contrabajo. Entonces, de allí creció hoy un género muy importante en la frontera tejano-mexicana que son los tríos, que son los que precisamente interpretan la polka".

Allí también se añadió a la polka el famoso estilo farafara.

"Es un estilo muy particular de tocar donde hay unos adornos casi orientales que se añaden a esas polkas y hay muchos períodos de compases irregulares. Es algo muy sorprendente para un europeo escuchar cómo se transformó la polka y cómo en México se toca mucho más rápido que en Europa, cómo es adornada y cómo es barroca, diríamos".

Mientras que en EE.UU. sólo los jubilados bailan la polka hoy en día con regularidad, en México la situación es muy diferente, explicó Radko Tichavský.

"Aquí, en el noreste de México la polka la bailan prácticamente todos, desde los chiquitos hasta los ancianos. De hecho, acaba de suceder un concurso nacional de polka, donde precisamente se presentó ese libro ´Polka, raíces de una tradición musical´, y en el que participaron más de mil personas. Es el tercer año que se organiza, y en comparación con el año pasado subió la participación como en un treinta por ciento".

El libro fue editado con apoyo de la Secretaría de RR. EE. de la República Checa y la idea es repartirlo entre asociaciones checas radicadas en América Latina para darles más información sobre el tema. Quizá esto les inspire para hacer otras investigaciones sobre la expresión de la polka en sus respectivos países latinoamericanos, señaló Radko Tichavský.

"Cada país, como lo es Uruguay, Brasil o Argentina, merecerían un libro completo de cómo la polka se arraigó en su país, qué formas tiene, qué coreografías ..." Los que quieran adquirir el libro "Polka, raíces de una tradición musical" pueden comunicarse por e-mail a la dirección: [email protected].