Chequia expulsa a dos diplomáticos rusos acusados de espionaje

Здание посольства РФ в Чехии

Dos diplomáticos de la embajada de la Federación Rusa recibieron el lunes la orden de expulsión de la República Checa al haber sido acusados de colaborar con los servicios de inteligencia de su país. La decisión de la diplomacia checa, otro capítulo en el historial entre los dos países, no ha sentado bien en Moscú.

Embajada rusa en Praga
El servidor idnes.cz, versión digital del diario Mladá Fronta Dnes, publicaba el lunes por la tarde la noticia de la expulsión citando fuentes diplomáticas sin especificar. El agregado militar adjunto de la embajada rusa en Praga ha sido expulsado del país por espionaje, al igual que otro diplomático, que recibió la recomendación de no volver a la República Checa tras sus vacaciones por la misma razón. La cautela ha sido protagonista en el Gobierno checo. Ni el Primer Ministro, Jan Fischer, ni representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores, ni del Ejército han querido comentar el hecho.

La reacción rusa, si bien bastante escueta en sus declaraciones, ha sido más expresiva. La embajada rusa en Praga no admitía la información que calificaba de “sin sentido”. Pero el ministerio de Asuntos Exteriores, a través de la agencia de noticias rusa ITAR-TASS, lo hacía considerándolo un “obstáculo para el desarrollo de las relaciones amistosas entre ambos países”. En la ciudad rusa de Astracán, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergéi Lavrov, junto al presidente, Dimitri Medvédev, calificó lacónicamente la expulsión como “otra provocación”, entre las preguntas de los periodistas, más centradas en las tragedias del accidente de una central hidroeléctrica en Siberia y un atentado suicida en la República de Ingusetia.

El antiguo jefe de la inteligencia militar checa, Andor Šándor, interpreta estas declaraciones como anticipo de una respuesta propia de la tradición diplomática rusa.

Andor Šándor,  foto: ČTK
“Por cómo han comentado el hecho desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, parece que se han tomado el asunto en serio y no van a pasarlo por alto. Cabe esperar una respuesta recíproca inmediata con la expulsión de dos militares de la agregaduría militar checa en Moscú”.

La alargada sombra de la antigua KGB, mantiene siempre en alerta a los servicios de inteligencia checos. En los últimos años varios han sido los episodios de intrigas de espionaje, acusaciones y sospechas. El anterior, en 2006, cuando a un corresponsal de la agencia de noticias estatal rusa RIA-Novosti, no se le prolongó su acreditación al considerarse que trabajaba como agente para los servicios secretos. En esta ocasión, es la primera vez que diplomáticos rusos son expulsados de la República Checa. La sospecha no es nueva, según agentes de inteligencia checos, hasta dos tercios del personal de la representación diplomática rusa, colabora con los servicios secretos. Para el ex representante de la inteligencia militar, Andor Šándor, el dato no es ninguna exageración.

“La Federación Rusa está muy interesada en el desarrollo de la República Checa desde la caída del Telón de Acero. No me refiero a que busquen información sobre el Ejército Checo o el Ministerio de Asuntos Exteriores, sino sobre cuestiones de defensa y seguridad de todo el conjunto de la OTAN y las relaciones con los Estados Unidos”.

Alrededor de 200 rusos trabajan tanto en la embajada del país en Praga como en los consulados de Brno y Karlovy Vary.