Becas y préstamos para la futura educación universitaria de pago

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Los estudiantes de las universidades checas tendrán que empezar a pagar la matrícula dentro de unos años. Para los tres partidos que formarán el futuro gobierno de coalición y que han acordado esta reforma, el nuevo sistema, apoyado en préstamos bancarios, dará más posibilidades de estudiar a quienes menos tienen, en contra de lo que pueda parecer.

El Partido Cívico Democrático, TOP 09 y Asuntos Públicos anunciaron el martes los cambios que pretenden llevar a cabo en la financiación de los estudios universitarios públicos, que pasarán a ser de pago.

David Vodrážka, primer vicepresidente del Partido Cívico Democrático, argumenta la necesidad de los cambios.

“Hay que aumentar la financiación de la educación con respecto a la actual. Sabemos que no es suficiente y que en la República Checa tenemos un sistema distinto al de países de Europa occidental. Así mejoraríamos la calidad de la educación, y otra cosa importante, la situación económica de los profesores”.

Jaromír Drábek

Un sistema de préstamos y becas, asegurará el acceso a la universidad de todas las capas sociales, según Jaromír Drábek, diputado y vicepresidente de TOP 09.

“Nosotros queremos que las facultades reciban el dinero de las tasas universitarias durante el periodo de estudio de los alumnos, pero estos no tendrían que abonarlas hasta que no terminen la carrera y alcancen un cierto nivel de ingresos. Así que serán los bancos los que adelanten el dinero hasta que eso suceda. Así, el nuevo sistema, y esto es lo más importante para nosotros, lo que hace es derribar barreras sociales, porque da la oportunidad a todo el mundo de estudiar gracias a los créditos”.

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Según el plan, las tasas del estudiante que no llegue en su vida laboral a cobrar el salario medio, terminaría pagándolas el Estado. De igual manera, dicen los autores de la reforma, que supondrá un incentivo para los estudiantes, ya que premiará económicamente las mejores notas.

Se prevé que sea en 2013 cuando los estudiantes tengan que empezar a pagar una matrícula, cuyo precio establecerá cada facultad, pero con un límite por cada semestre que podría establecerse en unos 400 euros. Los cambios no afectarán a los alumnos que ya estén estudiando para cuando sean introducidos.