Aumenta la corrupción en la República Checa

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En la República Checa aumenta la corrupción. Mientras que en 1993 fueron registrados seis casos de corrupción, el año pasado ese número llegó a 170. Lo que resulta cada vez más frecuente es el abuso de poder por parte de funcionarios públicos y el abuso de informaciones de índole comercial.

La organización Transparency International, realizó recientemente un estudio sobre el índice de percepción de la corrupción en más de 90 países. En una escala de diez puntos, la República Checa obtuvo tan sólo 3,9 puntos, ocupando el 47 lugar. En un puesto mucho mejor se colocaron, por ejemplo, todos los países de la Unión Europea, Estados Unidos, Namibia, Perú o Costa Rica.

Combatir la corrupción es una de las tareas clave del Gobierno checo. Este miércoles el ministro del Interior, Stanislav Gross, presentó al Gabinete el informe anual sobre el índice de corrupción en el país y planteó algunas formas para combatir ese problema. Una de ellas es la utilización del método de provocación dirigida que facilitaría descubrir casos de corrupción. Gabriela Bártíková, portavoz del Ministerio del Interior checo, señaló que, sin embargo, también este método tiene sus escollos.

"La provocación dirigida es aplicada con éxito en muchos países para desenmascarar casos de corrupción. Pero a la vez hay que decir que la aplicación de ese método es discutible. El Ministerio del Interior checo propone su aprovechamiento siempre y cuando sea utilizado en casos determinados estrictamente por la ley".

La portavoz del Ministerio del Interior checo precisó que la provocación dirigida podría utilizarse, por ejemplo, para reunir pruebas suficientes contra personas que ya han sido acusadas de corrupción.

La aplicación de ese método es respaldada por una gran parte de la sociedad checa. Quienes se oponen, entre ellos el ministro de Justicia, Jaroslav Bures, advierten que permitir la provocación dirigida significaría que en la República Checa se volvería a los tiempos en que reinaba una atmósfera de temor y desconfianza, y cuando muchas personas estaban dispuestas a denunciar en cualquier momento a su propio vecino a cambio de dudosas ventajas.