Alberto Kalach: “La arquitectura es una transformación de la naturaleza”
Uno de los arquitectos más renombrados de México, Alberto Kalach, muestra en Chequia su obra, comprometida con la naturaleza y la sostenibilidad ambiental.
“Los arquitectos tienen un trabajo importante cuando hay un evento de esta naturaleza. Hay que inspeccionar edificios y dar certeza a la gente que se pueden quedar a dormir en sus casas”.
Los edificios de Alberto Kalach, entre las que destacan el Faro de Oriente, la Biblioteca Vasconcelos o la Torre 47, todos situados en la Ciudad de México, resistieron a los temblores gracias a los nuevos códigos de seguridad que se aplican en la arquitectura desde el fuerte sismo que afectó México en 1985. Ese desastre natural impulsó el interés de Kalach por los problemas de urbanismo de la Ciudad de México y su conexión con el entorno. Otra característica de su obra es un fuerte vínculo con la naturaleza que va de la mano con la arquitectura, apunta el arquitecto.
Me parece que, sobre todo, las partes históricas en Praga y en otras ciudades históricas tienen gran unidad en todas las construcciones.
“La arquitectura es una transformación de la naturaleza. Probablemente, la arquitectura se originó junto con la agricultura. Cuando el ser humano se volvió sedentario, primero creó la agricultura y sus casas”.
Regresa la tendencia de los jardines
Los edificios de Alberto Kalach se caracterizan por una exuberante vegetación instalada tanto por fuera como por dentro, que dan impresión de hallarse en una selva. Algunos visitantes de la exposición lamentaron que las condiciones climáticas impidan realizar este tipo de arquitectura en la República Checa. Alberto Kalach sostiene la opinión opuesta.
“Creo que sí se puede hacer un vínculo más fuerte entre la arquitectura y la naturaleza en este clima. Puedes ver muchos castillos con diseño de jardines alrededor. Creo que los arquitectos se olvidaron por un periodo corto, 100 o 150 años, de los jardines, Pero ahora aparecen de nuevo. Por ejemplo, en Escandinavia tienes los ejemplos de Erik Gunnar Asplund o en Francia de André Le Nôtre diseñando Versailles, o en Holanda hay fantásticos jardines”.
Alberto Kalach revela el aspecto arquitectónico que más le impresionó durante sus paseos por la capital checa.
“Me parece que, sobre todo, las partes históricas en Praga y en otras ciudades históricas tienen gran unidad en todas las construcciones. Creo que fue un periodo de la historia donde había una forma de arquitectura única. Eso es muy potente cuando mucha gente trabaja por lo mismo”.
Por su parte, la actual tendencia de ubicar la arquitectura moderna en las cercanías de la edificación histórica, que genera controversia en Praga, es favorable hasta cierto punto; siempre y cuando se respeten, sostiene Kalach.
“Creo que las sutiles intervenciones de Josip Plečnik en el Castillo de Praga son un ejemplo de cómo lo moderno puede interactuar con lo antiguo. Pero también hay ejemplos de lo que no debe suceder en una ciudad histórica. No lo veo en Praga pero en muchas ciudades donde las intervenciones modernas no respetan el contexto histórico y lo destruyen”.
No hemos creado suficientes lugares bellos
Una de las teorías de Alberto Kalach sostiene que “la arquitectura debería existir como respuesta a los problemas del entorno”. El arquitecto señaló el reto al que se enfrenta Praga.
La exposición“Master of Mexican Architecture” en la Galería Lázně en Liberec permanecerá abierta hasta el 6 de junio del año en curso.
“Veo que tienen un problema que comparten quizás todas las ciudades bonitas de Europa; cómo manejar el turismo. No tengo respuesta a ese problema. Creo que no hemos creado suficientes lugares bellos para tanta gente. Todos quieren ir a los pocos que hay”.
Los actuales proyectos de Alberto Kalach incluyen la construcción de viviendas sociales de bajo costo, además de proseguir con uno de sus proyectos más ambiciosos de recuperar el antiguo lago de Texcoco y crear una ciudad lacustre para combatir los graves problemas de deterioro hidrológico en la ciudad de México.