Activistas de Greenpeace advierten ante la dependencia del gas ruso

Los activistas de la organización ecologista Greenpeace de Chequia, Alemania, y Holanda, instalaron este jueves en el río Moldava, en el centro de Praga, una maqueta de color amarillo de un gasoducto, de unos 30 metros de longitud, con la inscripción en inglés ‘El gas sangriento de Putin’.

De esta forma protestan contra la dependencia de Europa de los suministros de combustibles fósiles. Exigen también que ya este año se imponga un impuesto del 100% a las ganancias extraordinarias de las grandes empresas de energía, petróleo y gas.

Las demandas de los activistas de Greenpeace van dirigidas a los líderes de más de 40 países que este jueves asisten en Praga a la primera sesión de la Comunidad Política Europea. La maqueta de un gasoducto navegará por el Moldava todo el día, como informó Lukáš Hrábek, portavoz de la sucursal checa de Greenpeace.

De acuerdo con Greenpeace, los estados de la Unión Europea deberían tener metas más ambiciosas en el tema del ahorro de energía y para 2030 aprovechar en un 50% las fuentes renovables para la producción de energía.