Ser infiel le cuesta caro a Topolánek
Antes de las elecciones parlamentarias el líder del Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek, tenía una vida matrimonial en armonía. Hoy el primer ministro no oculta su relación feliz con una diputada.
Los ciudadanos checos se sienten engañados. Hace ocho meses Mirek Topolánek se presentaba en los carteles electorales del Partido Cívico Democrático como un marido y abuelo ejemplar al lado de su esposa Pavla y su nieta recién nacida. Pavla Topolánková acompañó a su esposo a todos los mítines electorales. Poco después se puso en evidencia que Topolánek tenía una relación amorosa con la diputada del Partido Cívico Democrático, Lucie Talmanová.
Los electores tanto de derecha como de izquierda reprochan al líder de los cívico-democráticos que utilizara a su familia para atraer votos durante la campaña electoral, dando una imagen de unidad familiar tradicional. Más tolerantes se manifiestan las personas jóvenes y solteras.
La crisis personal amenaza también la posición de Mirek Topolánek dentro de su partido. En caso de que su segundo Gobierno no obtenga este viernes el voto de confianza de la Cámara de Diputados, Topolánek presentará su renuncia al cargo de presidente en un congreso extraordinario del Partido Cívico Democrático. Esta podría ser aceptada fácilmente, en vista de que la mayoría de los delegados son ciudadanos comunes y corrientes a los que no ha sentado bien el engaño matrimonial de Topolánek.
El sondeo de la agencia SC&C confirmó que la mayoría de los checos aborrece a los altos políticos por ser infieles a sus cónyuges. Ello no significa, no obstante, que no les perdonarán. En 2002 la prensa sensacionalista sorprendió al líder saliente del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, en compañía de una estudiante de economía. Medio año después Klaus tomó el juramento presidencial y los recientes sondeos muestran que podría ser reelegido.