¿Se saldrán los eslovacos de la zona euro?
El paquete de medidas contra la corrupción, la caída de interés de los extranjeros para mudarse a Praga, el descontento eslovaco con el euro, y los orígenes alemanes del atracador checo tiroteado el viernes en Karlsruhe son algunos de los temas de la prensa checa de este martes.
Entre ellos, por ejemplo, la creación de la figura de un agente oculto, que tentará a funcionarios con suculentos maletines. Además, se podrá ofrecer reducciones de penas o un mejor trato ante el juez en el caso de corruptos que colaboren en destapar tramas criminales.
También se recogen en el paquete de medidas algunas para que las licitaciones y las ventas de propiedades del Estado se realicen en condiciones de mayor transparencia.
El sentimiento de muchos checos que no quieren que se adopte el euro en el país, se respalda también en la opinión de muchos vecinos eslovacos, dice el periódico. Solo que ellos ya están dentro.
La aversión a la moneda única en Eslovaquia se basa en la política de rescates europea a las economías en bancarrota como la griega o la irlandesa. En su día el cambio al euro en enero de 2009 satisfizo a los ciudadanos, según los sondeos. La situación ahora sin embargo es otra, aunque el Gobierno sigue defendiendo aquel paso.
Con respecto a los anteriores, el nuevo set incluye una mascarilla para realizar la respiración asistida en condiciones de higiene, unas tijerillas, que han de ser totalmente metálicas, una lámina aislante isotérmica y las instrucciones de actuación ante un accidente.
Ya no se mudan tantos extranjeros a Praga, escribe Mladá Fronta Dnes. Si hace tres años se vivió una especie de boom demográfico con la llegada de más de 20.000 extranjeros en nueve meses, desde entonces la tendencia ha ido en descenso.
De enero a septiembre de 2010 se establecieron en la capital checa solo unos 9.000. La razón: no hay tanto trabajo. Los datos fueron dados a conocer este lunes por la Agencia de Estadística Checa.
Las comunidades extranjeras que más han crecido en Praga en los últimos años son la rusa y la ucraniana, dice el periódico. Llegan en busca no solo de trabajo, sino también de una vida más tranquila y agradable, lejos de la corrupción generalizada en sus paises, escribe Mladá Fronta Dnes.
La Policía checa confirmó, según el diario alemán, que el hombre, de 40 años, se llamaba originalmente Johann Kaiser, pero tras casarse adoptó el apellido checo de su mujer y el nombre de Jaroslav, también típico checo. La Policía alemana aún no ha confirmado ni desmentido tales informaciones.
Eso explicaría que nunca nadie sospechara que la pareja de ladrones fuera extranjera. Sin embargo, sí que eran recordados por sus buenos modales.
