Se acerca una gran revolución del idioma checo
La actualización de las reglas de ortografía checa en 2013 supondrá muchas novedades; la cúpula de la Socialdemocracia preocupada por los planes de su ex líder, Jiří Paroubek y el nuevo dueño mayoritario del Slavia de Praga. Estos temas acaparan la atención de la prensa checa este jueves.
La próxima actualización tendrá lugar en 2013 y según el director del Instituto para el Idioma Checo, Karel Oliva, será más radical que nunca.
“Durante las últimas dos décadas, el idioma checo ha evolucionado mucho, debido a la globalización. Se utilizan muchas palabras del inglés, especialmente, en el campo de la informática. Tenemos que respetar estos cambios”, dice en entrevista para el diario.
Según el experto, es posible que palabras como ‘simka’ - una tarjeta SIM, ‘mobilovat’ - llamar por teléfono móvil o ‘webový’ - adjetivo formado de la palabra ‘web’, sean consideradas en el futuro como correctas.
Otro campo donde más extranjerismos se usan es en la política. El diario Právo publica una lista de palabras curiosas pronunciadas en alguna ocasión por los políticos checos. En su mayoría se trata de expresiones del inglés provistas de prefijos o sufijos checos.
Por su parte, el presidente Václav Klaus es conocido por inventar palabras atípicas como ‘nevýhra’ como oposición de ‘výhra’ – ganancia, o ‘nekáva’ para un café – káva – que sabe mal, indica Právo.
Pronósticos de preferencias de votos para las próximas elecciones parlamentarias indican que un nuevo partido de centroizquierda tendría grandes posibilidades de ganar.
Ex líder de la Socialdemocracia critica la política de la nueva dirección, representada por el presidente de la formación, Bohuslav Sobotka. Según Paroubek, bajo su liderazgo el partido va girando demasiado hacia la derecha, escribe el periódico.
Es el ex ministro de Transportes, Aleš Řebíček, que ha comprado la empresa Viscontia, que posee el 98% de las acciones del club. “Desde niño soy fan del Slavia. Ha sido una cuestión del corazón”, comentó Řebíček.
El precio que pagó por el Slavia no se conoce, pero probablemente fueron decenas de millones de euros.
El diario le pidió explicaciones a Řebíček sobre el origen de tal suma, pero el ex ministro rechazó la entrevista, indica Hospodářské Noviny.
