Roman Mican enseña a los checos a cocinar a lo español

Roman Mican

En la planta baja un largo bar de tapas a cuyo lado están colgados perniles de jamón serrano. En la primera planta un restaurante de lujo que vigilado por el toro de Altamira ofrece delicias gastronómicas de la cocina española como paellas, pulpo a la gallega o judías asturianas. En el sótano una bodega que invita a acompañar carne preparada a la parilla con exquisitos vinos del mundo iberoamericano. Este es el reino del chef de la cocina Roman Mican. No nos encontramos en Madrid, Valencia o Santiago de Compostela, sino en el centro de Praga en el restaurante español "La Bodega", y Roman Mican no es un cocinero de la Península Ibérica, sino que procede de Moravia del Norte. Sobre su relación con la gastronomía española nos contará en esta edición de A toda marcha.

¿Los gerentes de este restaurante le invitaron a Praga para instruir a los cocineros checos a aprender a preparar comida española?

"Bueno, más que instruir enseñar, enseñar cocina española auténtica. Lo que le estoy enseñando a la gente es la comida clásica de todos los días de los españoles. Les estoy enseñando cómo se trata la carne, cómo se corta bien el jamón, cómo se hace el pulpo, en general, lo que es la cocina española".

¿Es difícil enseñar a los cocineros checos? Vd. me ha comentado antes que han seleccionado sobre todo a jóvenes porque los cocineros que tienen una edad mayor ya no aprenden tan fácilmente cosas nuevas?

posibilidades, más si se les enseña bien. Yo creo que la gente que viene aquí más los españoles, le dan una autenticidad total ya que al pasar por el restaurante dicen ´bueno, es que estamos en España´".

¿Cree Vd. que los checos ya están acostumbrados un poco a saborear, a probar cocina extranjera, en este caso la de España?

"Eso es lo que nos cuesta más que nada. Hay comidas muy nuevas para ellos. Han probado algo en España, pero generalmente en zonas muy turísticas y en las zonas turísticas, pues, hay comida preparada para los turistas que no tiene nada que ver con lo típico, con la buena cocina española. Aparte de eso hay gente que quiere probar cosas nuevas. Aquí tienen la oportunidad y le gusta muchísimo. Le puedo asegurar que han probado platos muy típicos de España como el pulpo, el cabrito, el cochinillo, y están encantados y siguen volviendo al restaurante".

Preparan también postres españoles. ¿Podría recomendar alguno a los que escuchen este programa y visiten el restaurante?

"Hacemos los postres más típicos, como crema catalana, flan, que nos sale bastante bien, también leche frita, lo más conocido de España. Pero entretanto hacemos también postres míos, es decir de mi cocina propia. Le gusta muchísimo a la gente, lo típico e incluso lo moderno que hago yo".

¿Además de los postres ha traído otras recetas suyas para otros platos?

"Sí, por supuesto. Cada cocinero se lleva consigo sus propias recetas. Hago el pulpo al chef que incluso lo vendemos más que el pulpo a la gallega. Ello no quiere decir que está bien o mal, pero ofrecemos también cosas que son fuera de lo clásico. Ahora mismo hago algo de foie gras ...,

Foto: Martina Schneibergova
algunas cositas que no sean tan típicas porque, claro, en España hacer platos con setas no es de costumbre, o por lo menos hasta hace muy poco. Ahora entra la cocina de Francia, y empiezan a comer pato, setas, eso antes sí que no se veía".

¿Cómo se encontró Vd. por primera vez con la cocina española que no es tan común todavía en este país?

"Yo he vivido mucho tiempo entre España y la República Checa, y como me encanta improvisar de todos los países de todo un poco ... A los checos algunas cosas les sorprenden mucho, pero entretanto con el tiempo que ha pasado después de la Revolución de Terciopelo, han tenido la oportunidad de viajar y han visto muchas cosas, aparte que les gusta comer cada vez más comida sana ... Y la comida española sí que lo es, generalmente comparando con la cocina checa es mucho más sana".

www.labodega.eu