Roman Casado

Si existe una obra de la vida cultural checa que simboliza la identidad nacional sin gran patetismo, esa es, sin duda Mi patria, de Bedřich Smetana.

Vyšehrad es el primer poema sinfónico del ciclo Mi patria de Bedřich Smetana. El autor apuntó en la partitura una nota: “Compuesta en estado de enfermedad de oído”.

Dvořák es un músico muy talentoso. Con esas palabras alabó al músico checo el renombrado compositor alemán Johannes Brahms. 

Unas mil canciones grabadas y cerca de 50 millones de discos vendidos . Así podríamos resumir la larga carrera de Karel Gott, fallecido el 1 de octubre de 2019.

El 29 de septiembre se celebra el centenario del nacimiento de uno de los directores de orquesta checos más renombrados, Václav Neumann. 

Surgido como un proyecto de estudio para el rodaje de un documental sobre los punkies, Wanastowi Vjecy es desde los años 90 uno de los grupos checos más populares.

Reloj astronómico, Hogar o Poliéster. Esos nombres estaban en juego a la hora de surgir la banda que al final se impuso en los escenarios checos bajo el título Mig 21.

Excrementos y trastos. Eso significa en el dialecto silesiano el nombre del grupo Mňága a Žďorp que destaca por su música bailable y letras muy melancólicas.

Cada vez que lanza un disco, la pianista Beata Hlavenková cosecha aplausos por parte de los críticos y suele ser galardonada, o por lo mejos, nominada a premios musicales.

El dúo integrado por Iva Bittová y Pavel Fajt causó un revuelo en el escenario musical alternativo checoslovaco en los años ochenta.