Resumen de la Prensa Checa
“La guerra del gas ruso- ucraniana”, “La Casa Blú es un bar de no fumadores,”Este año no se montarán carpas en Praga para los sin techo” - éstos son algunos de los temas a los que presta atención este miércoles la prensa checa.
La situación es grave, pero no hay que perder el humor, pensaron seguramente los redactores de Hospodářské Noviny al incluir en la edición de hoy la siguiente información:
”Los representantes de la empresa de gas rusa Gazprom esperaban de la ucraniana Naftogaz el pago de la penalización de 600 millones de dólares y el inicio de las negociaciones sobre los nuevos precios del gas. Pero en vez de ello llegó desde Kiev la felicitación navideña ya que los creyentes de la Iglesia Ortodoxa celebraron la Navidad el martes”.
Hospodářské Noviny comenta que el texto de la felicitación no se sale de lo habitual pero en la actual situación adquiere un matiz un poco burlón.
Los diarios continúan el culebrón de la remodelación del Gobierno checo. Lidové Noviny afirma en portada que el primer ministro Mirek Topolánek no destituirá al responsable de Finanzas Kalousek, aunque lo desee el democristiano Partido Popular.
Mladá Fronta Dnes señala en su suplemento económico que las tiendas de lujo en Praga están pasando una mala temporada. Debido a la crisis, tuvieron que iniciar las tradicionales rebajas mucho antes de lo habitual. Por ejemplo, la tienda Versace ofrece rebajas del 50 por ciento.
Lidové Noviny informa que desde el Año Nuevo la popular Casa Blú, en Praga, es un bar de no fumadores. Antes de que el establecimiento prohibiera los cigarrillos, dejó que sus clientes habituales votasen al respecto por Internet. La aplastante mayoría se pronunció por un bar sin tabaco.
Lidové Noviny informa dónde pueden pasar la noche las personas sin hogar de la capital checa en estos días de bajas temperaturas. El rotativo menciona el barco Hermes, con 233 camas, y los centros del Ejército de Salvación y de la organización Naděje- Esperanza.
El Ayuntamiento no planea este año montar carpas para los sin techo. En caso extremo, podrían pasar la noche en los andenes del metro, solución a la que había recurrido en el pasado la capital francesa París.
