Pilsen prohibió marcha de extremistas de derecha
La Alcaldía de Pilsen prohibió la marcha de neonazis por la ciudad, programada para este sábado. Centenares de radicales del país y del exterior pretendían manifestarse junto a la sinagoga local, supuestamente para defender la libertad de expresión en la República Checa.
Al principio la Alcaldía de Pilsen, en Bohemia Occidental, no prohibió la actividad, pero cambió de opinión después de que la invitación para la manifestación apareció en las páginas electrónicas de distintos grupos extremistas en el país y en el exterior, explicó el Alcalde de la ciudad, Pavel Rödl.
“La razón principal de la prohibición consiste en preservar la seguridad en las calles de la ciudad, a la que se preparan para llegar grupos neonazis de Alemania y otros países. En segundo lugar, considero mi tarea personal impedir que en Pilsen se den cita partidarios de la ideología que impulsó el estallido de la Segunda Guerra Mundial y originó el exterminio masivo de ciudadanos judíos”, afirmó Pavel Rödl.
La decisión de la Alcaldía posibilita a la Policía intervenir en caso de que los cabezas rapadas se reunieran en Pilsen a pesar de la prohibición. En caso de urgencia, los concejales prevén reunir una comisión de crisis, compuesta por representantes de la ciudad, de la región y de la policía, que se encargaría de la solución inmediata de la situación.La prevista marcha de los radicales por las calles de Pilsen, ocasionó una ola de indignación por parte de políticos, representantes de comunidades judías y asociaciones cívicas. Los historiadores advierten que la fecha elegida por los extremistas no es casual. Aseguran que está vinculada con el 66 aniversario del primer envío de judíos de Pilsen al gueto de Terezín, el 18 de enero de 1942. Desde Pilsen fueron llevados entonces a los campos de concentración nazi 2605 ciudadanos judíos, de los que sobrevivieron 112. Con motivo de la triste fecha, el sábado tendrá lugar junto a la Sinagoga de Pilsen un acto conmemorativo, al que asistirán representantes de la Comunidad Judía y de otras religiones.
Debido a la prohibición de la marcha por la administración de Pilsen, los ultraderechistas deliberan sobre otro lugar de encuentro. Según algunas fuentes, podría tratarse de Praga.