Pese a la prohibición, los fuegos artificiales generaron niveles récord de contaminación

En la República Checa se celebró como es tradición la llegada del nuevo año con pirotecnia, a pesar de que algunos municipios habían prohibido su activación. Por ejemplo, en Vysočany de Praga, el valor de partículas PM10 medido entre la una y las dos de la mañana del 1 de enero fue el quinto más alto en casi veinte años de monitoreo.

La Policía en Praga y otras ciudades en los que se habían prohibido, como Jihlava o Zlín, pusieron decenas de multas por lanzar fuegos artificiales. Las multas, si se abonan en el acto, son de hasta 400 euros, de lo contrario pueden ascender a hasta 4000 euros.