“Ota Pavel recoge el gusto por el lenguaje de los checos”

Foto: ČT24

Ota Pavel es un nuevo nombre de la literatura checa en España. La editorial barcelonesa Sajalín publicó este año la primera de sus obras que es traducida al castellano, ‘Cómo Llegué a Conocer a los Peces’. Según su traductora, Patricia Gonzalo de Jesús, el libro retrata la cotidianidad y el humor checo con una naturalidad que contrasta con los graves problemas mentales del autor.

Foto: ČT24
Ota Pavel murió de un ataque al corazón en Praga en 1973 a la corta edad de 42 años. Los últimos nueve años los había pasado en tratamiento psiquiátrico en diferentes centros tras ser diagnosticado con trastorno bipolar, con periodos de profundas depresiones y el suicidio rondando por su cabeza.

Fue en esa época también convulsa y depresiva para la propia Checoslovaquia que sucedió a la invasión soviética de 1968 cuando Pavel, nacido como Otto Popper en el seno de una familia judía, escribió su mejor prosa, incluida la obra autobiográfica ‘Cómo Llegué a Conocer a los Peces’.

El libro salió por primera vez en Checoslovaquia en 1974 tras la muerte del autor. En España lo ha hecho este año, gracias a la editorial Sajalín y a la traducción de Patricia Gonzalo de Jesús, que habló por teléfono desde Madrid para Radio Praga.

“El libro se titula ‘Cómo Llegué a Conocer a los Peces’ y son unas memorias del autor a través de su experiencia como pescador. Son distintos relatos en distintas épocas de su vida desde la infancia hasta la época adulta”.

‘Cómo llegué a conocer a los peces’,  foto: Sajalín editores
Los deportes, y en especial la pesca, eran una pasión de Pavel, que trabajó también de periodista y fue enviado por la Radiodifusión Checoslovaca a los Juegos Olímpicos de Invierno en Innsbruck de 1964, donde él mismo descubrió su locura al encontrarse cara a cara con el diablo en los Alpes. Este es uno de los pasajes finales que Pavel relata en ‘Cómo Llegué a Conocer a los Peces’, pero sus recuerdos se remiten hasta épocas igualmente terribles, en las que no hacía falta enloquecer para conocer el infierno.

“Aun siendo judío, Oto Pavel no estuvo en campos de concentración. Aunque su padre y sus hermanos sí fueron enviados allí. Él narra su experiencia durante la ocupación nazi siendo niño. Pero sobre todo es interesante el libro de Ota Pavel para introducir la cotidianidad de la República Checa, el sentido del humor checo, y el gusto por el lenguaje de los checos, es más, el placer de la narración, tal y como lo han reproducido después otros autores como Bohumil Hrabal y compañía”.

Los editores de Sajalín apostaron por Ota Pavel, autor completamente desconocido en España, tras engancharse a este libro a través de una edición en inglés, cuenta Patricia Gonzalo.

“Es el primer libro que se traduce al español, al menos hasta donde tengo yo noticias, y creo que la idea de publicarlo por parte de los editores de Sajalín surgió gracias a que lo descubrieron en una de las colecciones de Penguin Books, en Reino Unido, que se llama algo así como ‘Obras Imprescindibles de la Literatura Centroeuropea’, en la que junto a Karel Čapek, Danilo Kiš, László Krasznahorkai y otros autores europeos relevantes, estaba Ota Pavel”.

Una de las características de la prosa de Pavel, el estilo sencillo del escritor praguense, es una pesadilla para el traductor, afirma Gonzalo.

“Yo diría que Ota Pavel es un autor un poco tramposo, en el sentido de que parece muy sencillo y muy ligero, y lo es para el lector, pero para el traductor da mucho trabajo. Precisamente porque él se basa en la lengua viva y en la lengua más coloquial y usa registros y dialectos de la lengua checa. Es muy divertido además, pero obliga al traductor a reproducir todo eso en castellano. Entonces es un libro plagado de frases hechas, plagado de distintos registros de personajes, los hay de ámbito rural que tienen palabras con cierto sabor del terruño”.

Términos del terruño, pero sobre todo del agua, ya que el nombre de la obra no es totalmente metafórico. Realmente va sobre peces, mejor dicho sobre la pesca.

“Eso te obliga a investigar en todo el argot de los pescadores, a investigar especies de peces a las que si uno no es pescador tampoco está muy acostumbrado a oír, ni sabe muy bien cómo se pescan, con lo cual ha llevado su proceso de investigación y de revisión”.

La investigación ha ido mucho más allá en una de las traducciones que más trabajo ha dado a Patricia Gonzalo, que ya se enfrentó a retos como son Karel Čapek o Arnošt Lustig.

“Hay muchísimos chistes y dobles sentidos, que he intentado reproducir en la mayor parte de los casos, pero en ocasiones ha resultado casi imposible y hay que aclararlo con notas a pie de página. Hay muchas realidades cotidianas, de películas de la época, de objetos cotidianos de la época como coches, tiendas, libros, programas de radio, televisión, personajes populares, deportistas, etc. Todo eso hay que transmitirlo al lector español y ha requerido también un trabajo con notas a pie de página, que no resulten tampoco abrumadoras, ni molesten en la lectura. Hay también muchas canciones populares, y muchas rimas. Si lo traduces literalmente sin rima y sin ninguna gracia tampoco tiene ningún interés, con lo cual ha habido que reproducir todas esas rimas. Ha sido un libro que ha dado mucho trabajo a pesar de su aparente simplicidad y sin embargo es un libro que también te hace disfrutar mucho”.

‘Cómo Llegué a Conocer a los Peces’ es, según la editorial Sajalín, una novela de aprendizaje, amor y pesca. Esta transcurre en buena parte en las zonas boscosas cerca de Kladno, al oeste de Praga, esperando a que piquen las carpas y otros muchos peces de los estanques alrededor de Branov, lugar ligado ya para siempre al nombre del escritor Ota Pavel.


(Repetición del 7/8/2012)

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