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Todos los empleados del servicio público y del estado que no recibieron un aumento este mes de enero, verán aumentadas sus escalas salariales o ingresos básicos en un 10% a partir de septiembre. El reglamento sobre el aumento fue aprobado por el gobierno este miércoles. Para fin de año, según los documentos para la regulación, se necesitarán 211 millones de euros adicionales del presupuesto del estado, los municipios y las compañías de seguros de salud.

Según el primer ministro Petr Fiala, esto no aumentará el déficit presupuestario, serán los propios ministerios quienes tendrán que encontrar el dinero en sus arcas.

Los sindicatos habían exigido el aumento debido a la alta inflación y amenazaban con protestas. El gobierno también acordó aumentar el subsidio de movilidad para discapacitados en unos 14 euros.

El déficit del presupuesto estatal podría llegar a 11 034 millones de euros el próximo año. Así se desprende del primer borrador del presupuesto preparado por el Ministerio de Finanzas para 2023. El borrador prevé ingresos por 71 464 millones de euros y gastos de casi 82 500 millones de euros. En comparación con la enmienda presupuestaria aprobada por el gobierno para este año, el déficit es de unos 2450 millones de euros menos.

“El presupuesto del Estado debe hacer frente al aumento de precios en forma de ayudas a ciudadanos y empresas, el aumento del gasto en el fortalecimiento de las capacidades de defensa del país y en asegurar el suministro energético", dijo el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura.

Con septiembre, la administración abre de nuevo un periodo de gracia de tres meses, igual que hiciera el año pasado, por el que muchas personas con orden de embargo podrán saldar sus deudas sin tener que enfretarse a ninguna multa. El periodo de gracia comprende las deudas con el sector público, es decir, municipios, tráfico o compañías de seguros de salud.

En la primera convocatoria de este periodo de gracia, fue posible detener casi 50 000 embargos, de los que se deshicieron por completo unas 15 000 personas, mientras que otras pudieron, al menos saldar parte de sus deudas.

Finalmente, este miércoles se confirmó la dimisión del director de los servicios de inteligencia Petr Mlejnek. El ministro del Interior, Vít Rakušan, que lamenta la decisión, dijo en la Televisión Checa que, hasta que elija a un nuevo director, ha confiado la gestión de la Oficina de Relaciones Exteriores e Información al actual vicedirector.

Parte de los diputados habían pedido el cese de Mlejnek debido a sus contactos con el empresario Michal Redl, acusado en el caso Dosímetro, que sacudió a la capital checa este verano por la presunta corrupción dentro de la empresa de transporte público de Praga. La situación ha sido criticada durante muchas semanas por la oposición, lo que provocó la convocatoria de una moción de censura al gobierno. Pero el golpe definitivo a Mlejnek llegó cuando el Partido Pirata, también en la coalición gubernamental, se sumó a las peticiones de dimisión.