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El jefe del Estado Mayor de la República Checa, Pavel Stefka, afirmó que la situación de seguridad en el país se mantiene sin cambios y que los checos no corren peligro inmediato en relación con la guerra en Irak. A pesar de ello, en todo el país fueron adoptadas medidas de seguridad más rigurosas. Las patrullas de la policía fueron reforzadas por unos 600 soldados que custodian lugares estratégicos en Praga y en Bohemia Central. Otros 2500 militares están preparados para ayudar a la policía en caso de necesidad.

El Consejo de la Confederación Checomorava de las Uniones Sindicales exhortó a los legisladores de la República Checa a contribuir al fin de la guerra en Irak. Los sindicalistas checos piden a los diputados y senadores que se empeñen para que el conflicto se solucione a través de medios políticos. También demandan que la República Checa ofrezca una mayor ayuda humanitaria a los afectados en ese conflicto. En un documento emitido por la agencia noticiosa checa CTK, los sindicalistas de este país destacaron que el inicio de las operaciones bélicas por parte de Estados Unidos lo consideran el mayor fracaso de la política internacional. La Confederación Checomorava de las Uniones Sindicales es la mayor organización sindical en el país. Agrupa a más de 900 mil trabajadores.

La postura de la República Checa con respecto a la guerra en Irak no afectará sus relaciones con los países de la Unión Europea. A la agencia de noticias checa, CTK lo dijo Josef Zieleniec, representantes checo en la Convención Europea, después de haberse reunido en Praga con la ministra francesa para asuntos comunitarios, Noelle Lenoir. La titular francesa considera que a pesar de la diversidad de opiniones acerca de la guerra en Irak, la Unión Europea debe preservar su política común de Seguridad y de exteriores.

En alerta están la Policía, los socorristas y los bomberos de la región de Olomouc, en el este de la República Checa, después de que la semana pasada un chantajista desconocido amenazara con ataques con bombas. El gobernador de la región, Jan Brezina, exhortó a los habitantes locales a la máxima precaución. La semana pasada el chantajista, que demanda del Estado checo más de 300 mil euros, colocó una carga explosiva bajo un puente ferroviario en las afueras de la ciudad de Olomouc y amenazó con otros atentados para este lunes. La policía inspeccionó este lunes varios lugares donde podían haber sido depositados los explosivos, pero no fue encontrada ninguna bomba.