Praga celebra el alto el fuego en Gaza: “La situación avanza hacia la paz”
El ministro de Relaciones Exteriores considera “buenas noticias” el alto el fuego en Gaza y se muestra expectante ante el resultado de las negociaciones de paz y prioriza la llegada de ayuda humanitaria al territorio destruido tras más de un año de bombardeos.
Mientras en Estados Unidos Donald Trump era investido presidente en las últimas horas, el mundo seguía mirando el desarrollo de los eventos en la Franja de Gaza, con un delicado alto el fuego recién declarado y un intercambio de prisioneros y rehenes en curso.
Israel ha liberado este lunes a 90 presos palestinos, casi todo mujeres y niños, fruto de su acuerdo con el movimiento Hamás por el que también han regresado ya con los suyos tres mujeres judías que han permanecido como rehenes desde aquel fatídico 7 de octubre de 2023. El próximo sábado deberían ser liberados más rehenes.
En entrevista con la Radio Checa, el ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavský, celebró el rumbo que están tomando los acontecimientos.
“Son buenas noticias, son noticias importantes. Ya hubo acuerdos de alto el fuego muchas veces, pero nunca se ha llegado tan lejos como ahora con la liberación de rehenes. Además, ahora sabemos hay perspectivas para más fases en las negociaciones de paz, por lo que creo que la situación avanzará en esa dirección”.
El ministro no quiso hablar de la ardua reconstrucción que espera a Gaza y si Chequia participará en ese carísimo proceso, que se calcula que será una tarea más de décadas que de años en la que tendrán que participar muchos países. Lipavský, para empezar, espera poder volver a suministrar ayuda humanitaria.
“La República Checa participa desde hace tiempo en la ayuda humanitaria que llega, entre otros lugares, a la Franja de Gaza. Veremos cuál será el resultado de las negociaciones, quién controlará realmente Gaza. Estas son preguntas para las que no tenemos respuesta en este momento. Esto significa que por ahora no llega allí más que la ayuda humanitaria”.
Sufrimiento e incertidumbre a ambos lados
El próximo sábado, si el alto el fuego sigue avanzando en la dirección adecuada y sin contratiempos, Hamás debería liberar a más rehenes. En su poder se encuentran aún 94 personas. Pero no todas están vivas. Según The Times of Israel, de 34 de ellas el grupo mantiene en su poder solo sus restos mortales. Toda una pesadilla para los familiares, ya que nadie sabe cómo se encuentra su ser querido, como contó a la Radio Checa, Erna Jirásková, una checa que trabaja en Israel como personal médico en un hospital.
“Una persona a la que conozco tiene a un familiar entre los secuestrados. Ahora están en una situación difícil porque no saben cómo se encuentra, si está viva o si estará entre los que regresarán ahora. Es una enorme mezcla de emociones y una situación muy difícil en la que uno no quiere hacerse grandes ilusiones y al mismo tiempo tienes miedo de lo que sucederá. Es una situación difícil para todas las familias y seres queridos de los rehenes”.
El alto el fuego es bienvenido también en la Franja de Gaza, pero tras unos bombardeos constantes durante 15 meses en los que han muerto unas 47.000 personas y han dejado más de 110.000 heridos, según el Ministerio de Salud gazaití, el sufrimiento no se acaba con estas medidas, de momento, temporales, como contó también a la Radio Checa Yara Abu Aataya, una diseñadora procedente de Palestina que vive en Chequia desde niña. Su abuela murió en Gaza hace dos meses por la falta de alimentos y medicamentos, pero muchos de sus familiares continúan padeciendo los estragos causados por los bombardeos, relató.
“Hablo con mis familiares, y aunque están felices de poder respirar un poco, son escépticos. Podrán vivir un tiempo sin el sonido de los drones y los otros medios de maltrato psicológico, pero tienen miedo de cuándo volverán todo. Hasta que no les dejen volver a sus casas, la tregua no será real para ellos. Pero, por otro lado, Israel arrojó 85.000 bombas sobre Gaza en un año, seis veces más que Hiroshima, al menos el 69% de los edificios fueron destruidos. Nosotros perdimos cuatro apartamentos, por lo que mi familia, por ejemplo, no tiene adónde regresar”.