Hace 140 años nació Josef Váchal, uno de los artistas checos más originales del siglo XX
Artista gráfico, tallista, escritor, filósofo, tipógrafo, visionario, turista apasionado y amante de los perros, todo eso fue Josef Váchal. Su obra más conocida no sólo la escribió e ilustró con casi ochenta grabados en madera, sino también colocó las letras para imprimirla, la encuadernó y editó.
La mayor parte de su vida Josef Váchal vivió en la pobreza, apartado de los demás ciudadanos. Recién en los años 90 del siglo XX comenzó a crecer el interés por su obra. Influenciado por el expresionismo y otros movimientos artísticos, ya durante la llamada primera República trató de promover su propio estilo artístico. Sus mejores obras gráficas son libros que él mismo había escrito, ilustrado y encuadernado que editó en un par de ejemplares. Se trata del libro checo más caro titulado Šumava Agonizante y Romántica, y de la Novela Sangrienta. A pesar de haberlas calificado algunos de fantasmagoría, o de obras absurdas, llegaron a ser filmados y adaptados también para las transmisiones de radio.
La vida en la pobreza
Josef Váchal nació Milavče, un pueblo cerca de la ciudad de Domažlice, en Bohemia Sudoccidental como hijo ilegítimo. Su padre fue primo del pintor Mikoláš Aleš. La infancia de Váchal no fue fácil, por lo que en vez de las personas prefirió hacerse amigo de los animales, sobre todo de los perros. Los estudios en un liceo no los terminó, pero aprendió el oficio de encuadernador de libros. Se dedicaba al ocultismo y a las ciencias esotéricas. Un trauma de toda la vida le ocasionó la participación en los combates de la Primera Guerra Mundial en el frente montañoso austro-italiano. Un duro golpe fue para él el periodo de ocupación de Bohemia y Moravia por las tropas nazis. Al fin de su vida Váchal, se convertió en un viejo excéntrico, vivió en condiciones inhumanas en una cámara pequeña y húmeda en la estación de tractores de la localidad de Studeňany, donde falleció en mayo de 1969.
Portmoneum – un museo extraño en una casa extraña
Gracias a uno de los admiradores de Váchal, el tipógrafo Josef Portman, es posible conocer en la ciudad de Litomyšl la obra del artista. Portman le había pedido a Váchal que le decorara dos habitaciones de su casa. En Portmoneum podemos apreciar un museo original de Váchal lleno de pinturas misteriosas: paisajes, diablos, duendes, muertes y motivos míticos.
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