Luces y sombras en las nuevas previsiones económicas
El Ministerio de Hacienda actualizó sus previsiones económicas, marcadas por un mayor crecimiento este año, un descenso en el siguiente y un aumento de la inflación.
Los últimos datos arrojados por el Ministerio de Hacienda dibujan un panorama de tantas luces como sombras, al menos en lo que respecta a indicadores macroeconómicos. Así, si en las últimas previsiones del mes de abril se hablaba de un crecimiento del 1,2% durante este año y de 3,6% el año próximo, el Ministerio apunta ahora a un 2,2% en el presente curso y un 1,1% en el siguiente.
"La agresión rusa en Ucrania desató un peligroso cóctel macroeconómico de desempeño decreciente de las economías europeas y un aumento de la inflación. En cuanto a la recesión técnica esperada, es decir, la caída intertrimestral del PIB dos veces seguidas, esto en sí mismo no es una tragedia", dijo el ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura, en tono tranquilizador.
Más preocupado se mostró con respecto a la inflación, un frente que ha reventado todas las previsiones a lo largo de los últimos meses. El Ministerio predijo el pasado abril un promedio de 12,3% para este año, seguido por un 4,4% en el siguiente, mientras que el nuevo cálculo es del 16,2% para este curso y 8,8% el próximo. Pero quizá el punto más alarmante es que la inflación rondaría el 20% en lo que resta de año.
"Mucho más problemática es la inflación, que es el principal problema económico que tenemos que enfrentar, además de asegurar suficiente energía disponible para nuestros hogares y empresas", agregó el ministro Stanjura.
En el aspecto laboral, el Ministerio prevé un panorama más alentador. Sus previsiones se mantienen intactas con una tasa de desempleo bastante baja, de 2,5% este año y de 2,6% el próximo, aunque, eso sí, todo condicionado por un crecimiento salarial que no irá a la par del de la inflación.
En cuanto al déficit estatal, que ha representado siempre una gran preocupación para el ejecutivo, las previsiones son mejores, aunque aún lejos de los objetivos marcados por el propio gobierno. El nuevo pronóstico del Ministerio habla de que este se situaría en torno al 3,8%, frente a la previsión original del 4,5%.
"A pesar de la guerra y los gastos de guerra adicionales, nada cambia en nuestra importante tarea de lograr un déficit de las finanzas públicas por debajo del 3% del PIB a más tardar al final del período electoral y cumplir así con el criterio de la UE”, añadió el ministro Stanjura.
Así, en términos generales, se prevé que los ciudadanos continúen luchando contra los efectos de la inflación, y la consecuente subida de precios, aún durante el próximo curso, mientras que la inflación continuará mermando su capacidad salarial.
