El primer ministro Paroubek ostenta presidencia del partido socialdemócrata
El gubernamental partido socialdemócrata desea vender para las próximas elecciones generales una imagen de formación consolidada. El primer ministro, Jiri Paroubek, quiere tomar también las riendas de su partido y ganar los comicios.
La estrategia de Paroubek para las elecciones del año entrante es sencilla: convocó un congreso extraordinario para el mes de mayo. El único punto es la elección del nuevo presidente del Partido Socialdemócrata, él es el único candidato.
Jiri Paroubek asegura que su formación ganará las elecciones generales con un 30 ó 35 por ciento de los votos. En caso de no ser así renunciaría a la presidencia partidista.
Adelantó además que tras las elecciones se celebraría el congreso ordinario de los socialdemócratas, en el que podría ser reelegido, claro está partiendo de los resultados alcanzados en los comicios.
En su camino hacia el poder Paroubek no está solo. Dos de sus puntales principales son el controversial ministro de Salud, David Rath y el ministro de Cultura, Vitezlav Jandák, actualmente el político más popular del país.
Sin ser miembro del Partido Socialdemócrata, el antiguo actor de cine y televisión Vitezlav Jandák fue nominado como líder socialdemócrata en la región de Bohemia del sur.
Vitezlav Jandák, aseguró que por el momento no se afiliará a la Socialdemocracia. Primero desea trabajar y después mostrar los resultados de su gestión. En caso de que en el futuro le propongan su ingreso a dicha formación lo aceptaría.Entretanto, David Rath fue recientemente elegido como líder de Praga, uno de los lugares más importantes durante las elecciones. El rival de Rath será el líder del opositor Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek.
Los socialdemócratas aseguran que su campaña para las elecciones generales del año entrante será muy combativa. De acuerdo con el diario Hospodarské Noviny la Socialdemocracia ha destinado unos diez millones de euros para su campaña electoral.
Los socialdemocracias han gobernado consecutivamente durante dos periodos electorales, o sea ya ocho años. Las mayores crisis se han debido a fricciones internas o con sus aliados de coalición, la democracia cristiana y los liberales.