Ciencia
"Los chacales se acercan a las fronteras checas", "Tapones de plástico sustituyen a los de corcho natural", "El clima favoreció a los husitas"- éstos son los variopintos temas que les ofrecemos en la presente edición.
¡Chacales, ya les esperamos en la República Checa!
Para nosotros los checos los chacales aullaban hasta el presente sólo en las novelas y películas de aventuras. Ahora los chacales se acercan a las propias fronteras checas.
Es la consecuencia del calentamiento global. El clima cada vez más caluroso en Europa Central hace que la fauna migre del sur rumbo al norte. Los chacales ya han aparecido en las vecinas Austria y Eslovaquia. Normalmente suelen vivir en el sudeste de Europa, en África y en Asia. Todavía se desconoce el número de animales migrantes.
En su peregrinación hacia el norte llegaron a la ciudad de Brno, capital de Moravia del Sur, dos murciélagos que viven preferentemente en el Mediterráneo. En Brno los observaron especialistas del Instituto de Biología de los vertebrados.
Los naturalistas registran también la expansión de algunos insectos hacia el norte. La religiosa, por ejemplo, ha avanzado desde Moravia del Sur hasta las faldas de las sierras de Jeseníky y Beskydy, al norte y noreste de la República Checa.
Tapones de plástico sustituyen a los de corcho natural
La escasez del corcho natural se debe además al hecho de que en los últimos años ha crecido dramáticamente la industria de bebidas. El consumo del vino aumenta en el mundo entero.
Los viñateros checos estiman que en los próximos cinco años los tapones de plástico se utilizarán en la mitad de las botellas de vino envasadas en la República Checa. Además de un precio más bajo, los tapones de plástico tienen según los expertos otras ventajas. Los de buena calidad conservan mejor el aroma del vino. Los viñateros checos coinciden, sin embargo, en que para taponar los vinos de calidad alta jamás se utilizarán tapones de plástico.
El clima favoreció a los husitas
En el siglo XV los husitas aprovecharon a su favor el clima húmedo que reinaba en aquella época. El primer importante enfrentamiento entre los husitas y el bando católico tuvo lugar en marzo de 1420 cerca de Sudomer. El jefe militar husita Jan Zizka ganó la batalla gracias tanto a su sabia estrategia como a las condiciones climáticas, aunque el número de sus combatientes era cuatro veces menor que el de sus rivales. El terreno lodoso se convirtió en una trampa en la que quedaron atrapados los jinetes enemigos que usaban pesadas armaduras.
Las guerras husitas fueron libradas en un período extraordinariamente húmedo, frío y rico en abundantes precipitaciones. Los historiadores checos afirman que el clima debilitaba el poderío ofensivo de los enemigos de los husitas ya que los caminos cubiertos por el lodo y los charcos de las incesantes lluvias, dificultaban el desplazamiento de los cruzados que usaban armas pesadas.
