La alegre contundencia de Vypsaná Fixa

Vypsaná Fixa

Practican un original y surrealista punk rock o incluso punk pop. Se llaman Vypsaná Fixa, el rotulador agotado, y a pesar de su nombre llevan ya más de 14 años escribiendo su pequeña contribución al rock checo en los circuitos musicales del país, cada vez con letras más grandes.

Los Vypsaná Fixa nacieron en la ciudad de Pardubice a partir de otros grupos de la escena rock local, como K.R.K., Kyrie o Poslední Motyl, todas bandas de géneros muy diversos que abarcaban desde el punk a la psicodelia. Un caldo de cultivo apropiado para el surgimiento de la banda allá por 1994, como nos cuenta el cantante y letrista de la formación Michal “Márdi” Máreda.

“Los inicios surgieron cuando íbamos al club de rock Zlutý Pes de Pardubice. Yo bailaba allá la música que me gustaba, sobre todo los Pixies, y acabé conociendo al actual batería de la banda. Después llegaron los demás, nos conocíamos de jugar a fútbol en el jardín. Pensamos en montar una banda y al final lo hicimos”.

Al principio cada componente tenía su propia banda y Vypsaná Fixa no era más que un proyecto paralelo. Sin embargo en pocos años el resto de los grupos fue desapareciendo y Vypsaná Fixa, en una proeza de la selección natural, sobrevivió y se convirtió en el proyecto principal de estos cuatro músicos. Márdi al micrófono y a la guitarra, Mejla a la guitarra, Dejmal al bajo y Pítrs a la batería, una formación que ha permanecido impasible al paso de los años. Todo un milagro.

El rotulador agotado salió disparado de abajo a arriba como un cohete. Después de dos maquetas y el relativo éxito a nivel local de su primer disco: “Asesinatos tristes y alegres” (“Smutné a veselé vraždy”), la banda empezó a escalar en popularidad al mismo tiempo que mejoraba técnicamente, componía canciones más originales y los discos salían al mercado con un mejor sonido.

Así, después de “El todo brutal” (“Brutalní všechno”) de 2001, se convirtieron en un grupo de repercusión nacional y su nombre quedó escrito con tinta indeleble en los carteles de los principales festivales del país. Tras el arrollador y original “Belleza inconmensurable” (“Krása nesmirná”), grabaron el disco en directo “En Fabric” (“V Fabric”) y un DVD.

Pero la prueba más tangible de su creciente popularidad fue la aparición en la película “Václav”, dirigida por Jiří Vejdělek y protagonizada por el conocido actor checo Ivan Trojan. Para el guitarrista Milan “Mejla” Kukulský se trató de un trabajo rápido y contundente, como la misma música del grupo.

"No teníamos otra opción que trabajar duro. A las siete de la mañana ya estábamos en el lugar. Rodamos todo el día y al final tuvimos que asegurar que estábamos todo el tiempo en el camino, de conciertos, para escabullirnos. Luego tuvimos que ir a una actuación en Hradec Králové. Nos esforzamos muchísimo, bailamos, de todo. Y creo que todo esto se puede ver en la película”.

Con su último álbum, “Fenomén”, editado el año pasado, los Vypsana Fixa consolidaron su propio estilo: contundencia, melodía, buen humor y la dosis justa de locura. En el rotulador todavía queda tinta, y seguirá escribiendo todavía muchas canciones.

Autor: Carlos Ferrer
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