San Martín brindó con el vino joven en el fortín templario de Čejkovice
“Puede ser agrio, pero es alegre”, dicen las letras de una vieja canción popular de Moravia sobre el vino joven. Gracias a las tecnologías modernas estas palabras ya no son válidas y el vino joven puede ser igual de sabroso que el vino bien reposado. El vino de la cosecha recién terminada se degusta en la República Checa por primera vez el 11 de noviembre, Día de San Martín. Radio Praga lo probó en la aldea de Čejkovice, al sur de Moravia.
De San Martín se sabe que era un soldado romano que cuando pasaba con su ejército por las puertas de una ciudad de Galia dio su capa a un mendigo que se congelaba. “Debido a su capacidad de aportar el bien a la gente pudo convertirse en garantía de lo bueno también en el caso del vino”, recordó René Bárta, organizador de los festejos en Čejkovice.
“No se podía brindar con el vino joven antes del día de su onomástico, el 11 de noviembre. Ello evidencia el esfuerzo de los viticultores de impedir la competencia ilícita para que alguien no pueda ganarse la primacía con un vino hecho de uvas no maduras”.
Los festejos de San Martín se celebraron en Čejkovice por primera vez de esta forma. El coro masculino local llamado Révokaz, en español filoxera, cantó una balada original, según explica el alcalde Pavel Novotný.
“Nos faltaba un himno que estuviera vinculado con la fiesta de San Martín. Así que el jefe de nuestro coro y René Bárta compusieron esta canción. No es la primera versión, pero confío en que ésta se convertirá ya en la canción tradicional para inaugurar los vinos de San Martín”.
Los vinos jóvenes de San Martín son vinos ligeros, con menor porcentaje de alcohol alrededor del 12 por ciento. Se percibe en ellos el sabor y perfume de diferentes frutas complementado con un ácido jugoso que da a los vinos la frescura. En Čejkovice se degustaron el martes 22 muestras. En total recibieron la marca de San Martín 175 vinos y al mercado fueron lanzadas este año alrededor de 750 mil botellas de vino de San Martín de las variedades Müller Thurgau, Malvasier, Saint-Laurent y Blauer Portugieser.
Foto: Martina Schneibergová
