Jan Kubelík, el Paganini checo
Un músico excepcional, uno de los pocos intérpretes que era capaz de tocar de memoria el repertorio mundial de obras para violín. Ese era Jan Kubelík, violinista y compositor checo de comienzos del siglo XX, apodado el Paganini checo.
Jan Kubelík ofreció más de seis mil conciertos en más de 50 países de todos los continentes, a los que asistieron más de cinco millones de espectadores. Le conocieron en Nueva Zelanda, España, Chile, Argentina, China, la India y otros lugares. Kubelík fue un gran propagador de la música checa y nunca dejó de brindar ayuda financiera a otros músicos de su país.
Kubelík dominaba de memoria todo el repertorio mundial para violín. Su música predilecta eran las obras románticas clásicas de Paganini, Mozart, Dvořák, Beethoven, Bach, Tchaikovski y otros.
Jan Kubelík también compuso obras propias: seis conciertos para violín, una sinfonía y un sinnúmero de piezas menores. Este excelente músico checo falleció el 5 de diciembre de 1940 y fue sepultado en Praga en el Cementerio de los Próceres, en Vyšehrad.
A la música se dedicaron también los siete hijos de Kubelík. La mayor fama la conquistó su hijo Rafael, renombrado director de orquesta y compositor, quien falleció en 1996 y fue sepultado junto a su padre en la colina de Vyšehrad, en Praga.