La infección de E. coli no se extiende por la República Checa

Solo uno de los cinco enfermos en Chequia sospechosos de estar infectados por E. coli era portador en realidad de la bacteria. Mientras Alemania sigue buscando el origen del problema, las autoridades checas critican a las del país vecino por la gestión de la crisis.

Escherichia coli
Una turista estadounidense es la única enferma confirmada en la República Checa con la bacteria Escherichia coli enterohemorrágica, y la trajo seguramente del norte de Alemania, desde donde llegó a Praga. Otros cuatro casos sospechosos dieron negativo en los tests realizados la semana pasada. Desde el viernes no hay nuevos casos que investigar de una enfermedad que tiene a toda Europa en alerta con 22 víctimas mortales, de las cuales solo una se produjo fuera de Alemania, ocurrida en Suecia. Tras descartar la semana pasada la pista de los pepinos españoles, las autoridades alemanas apuntan ahora como responsables a una plantación de brotes de soja y otras leguminosas en Uelzen, a 90 kilómetros de Hamburgo.

Blanka Říhová
La antigua directora del Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias checa, Blanka Říhová, cree que las instituciones de Alemania tienen una parte de culpa en la dimensión que ha alcanzado el brote infeccioso, dijo.

“Es una infección tan importante que yo consideraría que han fallado los órganos encargados de averiguar como se ha producido”.

Foto: ČTK
El director de los servicios de sanidad y viceministro de Salud, Michael Vít, considera que en la República Checa existe un mejor sistema para detectar desde el principio infecciones de este tipo.

“No todos los países cuentan con un sistema como el de la República Checa, en la que cada caso de diarrea detectado es automáticamente comunicado a los servicios de sanidad que realizan una investigación para conocer su origen”.

Escherichia coli
Este domingo los casos confirmados de contagiados por el brote de E. coli se elevaban por encima de las 1.500 personas, según el Instituto virológico Robert Koch de Berlín. De ellos, más de 600 padecen el síndrome urémico hemolítico, que provoca el germen y que supone la fase peligrosa de la enfermedad.

Otras víctimas indirectas de la infección, los agricultores españoles que perdieron cientos de millones de euros por el pánico que se extendió por toda Europa al acusar a los pepinos de ese país de la bacteria, esperan ahora compensaciones.

Los ministros de Agricultura de los Veintisiete se reúnen este martes para decidir sobre las ayudas que debería recibir este sector. Según el ministro de Agricultura checo, Ivan Fuksa, ese dinero no debería afectar a las arcas checas sino que seguramente saldrá sobre todo de las alemanas, además de fondos europeos.

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