Autopista D47 en Ostrava: 900 defectos en nueve kilómetros
Un total de 901 defectos reclama la Dirección de Autopistas y Carreteras a la empresa Eurovia, constructora del tramo de menos de nueve kilómetros entre Ostrava y Bělotín, abierto al tráfico hace tan solo cuatro años.
El jefe de la Dirección de Autopistas y Carreteras, René Poruba, utiliza otra imagen para representar el desastroso estado de un tramo abierto en diciembre de 2007.
Algo más de la mitad de los fallos se cuentan en los cinco puentes de los que consta la autopista. Casi cien se producen en los pasos a nivel que la cruzan, y el resto, sobre la propia calzada.
La empresa Eurovia presenta los datos de una forma bien distinta. Según el director de la constructora, Martin Borovka, tiene sentido hablar de tan solo unos 50 defectos.
“Cómo máximo, solo 52 de estos defectos son graves, y la mayoría están relacionados con cómo se hincha el material utilizado en una de las capas de la calzada”.
El mal estado de la superficie de la vía por las ondulaciones y burbujas aparecidas, hace que haya tramos en los que la velocidad esté limitada a 60km/h, en lugar de los 130km/h a los que se circula por el resto de autopistas del país. Solo la reparación de la calzada costará más de cuatro millones de euros.
Ambas partes están sin embargo convencidas de salir victoriosas del contencioso. Eurovia asegura que la mayor parte de defectos se han producido por un mal mantenimiento, algo que corresponde hacer al Estado.
La Dirección de Autopistas y Carreteras, por el contrario, asegura que la lista de fallos aun no está cerrada y que realizará sondeos a lo largo de la vía, así como donde están asentados los pilares de los puentes, para averiguar quién tiene la culpa.
Los menos de nueve kilómetros de la polémica costaron más de 175 millones de euros. El ministro de Transportes, Pavel Dobeš, ha dado un plazo de tres meses para concluir las investigaciones de la comisión encargada. Para junio, quiere Dobeš tener claro que se hará para arreglar la autopista. Pero para las reparaciones se elegirán fechas que provoquen el menor impacto posible al tráfico de Ostrava, así como a la Eurocopa de fútbol de este verano en la vecina Polonia.
