Grecia deja en libertad a dos programadores checos sospechosos de espionaje
Las autoridades griegas anunciaron que dejarán en libertad a dos desarrolladores de videojuegos checos detenidos por sospechas de espionaje. Después de cuatro meses de prisión preventiva, los checos saldrán de la cárcel bajo fianza, pero todavía tienen un juicio pendiente.
Empleados de Bohemia Interactive Studios, una de las grandes empresas de videojuegos del momento, Buchta y Pezlar fueron detenidos en la isla griega de Lemnos donde, según las autoridades locales, tomaban fotografías de una base militar.
Ningún comando armado hasta los dientes fue a rescatarles. En la vida real las cosas funcionan de manera muy diferente y los jóvenes programadores tuvieron que esperar cuatro meses tras las rejas. Tras pagar cada uno una fianza de 5.000 euros todavía les espera un juicio ante los Tribunales griegos que dictarán sentencia.
Los familiares de Buchta y Pezlar pidieron ayuda a las autoridades checas.
“Vía telefónica agradecí al primer ministro Antonis Samprás la ayuda facilitada. Yo mismo le pedí que prestara especial atención a este caso”, dijo Nečas.
El Ministerio de RR.EE., realizó gestiones a favor de Buchta y Pezlar y el propio presidente de la República Checa, Václav Klaus, envió una carta a su homólogo griego.
En la República Checa tuvieron lugar una serie de actividades de solidaridad.
La hermana de Buchta puso en marcha la semana pasada una campaña informativa a nivel nacional con el fin de crear opinión en torno a lo ocurrido durante la captura y encarcelamiento de los dos checos.
El tema trascendió a los portales de videojuegos. Jóvenes de diferentes países debatieron sobre lo ocurrido a los desarrolladores de Bohemia Interactive Studios en Grecia. Unos alegaron que si bien el realismo en los juegos de acción es muy importante y atractivo no es necesario llegar a situaciones extremas, porque se trata tan sólo de un juego de entretenimiento.
La mayoría de las personas que participó en los debates de las redes sociales coincidió en que independientemente de lo ocurrido, esperan que la justicia helena sea benevolente y no les condene por espionaje, ya que la condena puede ser de hasta 20 años de cárcel.
