Aumenta la competencia del Malbec en el mercado checo
La celebración en Praga del Dia Mundial del Malbec reunió a 17 importadores checos de vino argentino, que además de mostrar sus productos, expusieron su preocupación por el incremento de la competencia en el mercado checo.
El evento organizado por la Embajada Argentina en la República Checa congregó a 17 importadores de vino argentino, chileno y uruguayo. Sin embargo, la protagonista del evento era la variedad Malbec, la cepa insignia de Argentina. Esta variedad, que originalmente surgió en el sudeste de Francia, es reconocida internacionalmente por rendir vinos tintos y rosados de fuerte sabor y con una buena relación calidad-precio.
Tal y como explica Iveta Danielová, import manager de BUDA-MONT, debido a sus características, los vinos Malbec están desbancando a algunas variedades europeas.
Este año el principal tema de conversación del evento fue el aumento de la competencia dentro del propio mercado checo. Por eso, la venta de vino está siendo dirigida cada vez más al consumidor en vez de a los restaurantes, hoteles y caterings, explica Gabriel Ruberto, propietario de la importadora Nestar International.
“En los últimos años ha llegado mucha competencia en la venta a restaurantes. Originariamente empezamos a importar vinos para el Instituto de Gastronomía, y después de un tiempo nos fuimos abriendo más a la venta al consumidor. Creo que en esta etapa el potencial de mercado está sobre todo en la venta al consumidor final”.
“En el mercado checo hay bastante potencial, a pesar de ser un país productor de vinos y de muy buenos vinos, principalmente blancos. Creo que hay espacio para meter vino de otros países. Creo que el Nuevo Mundo y específicamente Sudamérica es cada vez más atractivo para los checos”.
El Dia Mundial del Malbec es festejado cada 17 de abril por todo el mundo. En Praga, se celebró la cuarta edición del evento que conmemora la fundación de la Quinta Agronómica de Mendoza en 1853. Esta ley autorizaba la incorporación de nuevas variedades de uva a la agricultura argentina, lo que permitió que la uva Malbec fuese la más explotada, hasta convertirse en la variedad emblemática del país.
