Cinco esquiadores checos pierden la vida bajo una avalancha en Austria
Cinco aficionados checos al esquí alpino fallecieron este sábado víctimas de un alud en el Tirol austriaco. Tres esquiadores que resultaron heridos ya han sido dados de alta. Mientras que los organizadores checos insisten en que respetaron las medidas de seguridad, los expertos austriacos aseguran que arriesgaron demasiado.
De estos tres quedaron cerca de la superficie y pudieron ser rescatados rápidamente por el resto del equipo. Fueron hospitalizados y poco después dados de alta. Los cuerpos de los otros cinco, entre los que se encontraban los dos guías, no pudieron ser hallados hasta que llegaron los equipos de rescate.
De nada les sirvieron los utensilios de emergencia que se llevan para estos casos, como el llamado airbag para avalanchas, los localizadores o las palas, comenta Robert Pichlsberger, responsable de los servicios de rescate alpino de la zona.“Fue relativamente difícil encontrar los cuerpos, porque estaban cubiertos por una capa de nieve de tres metros de espesor. En estos casos los mejores dispositivos de seguridad no valen para nada”.
Aun así, según los medios de comunicación austriacos, algunos de los checos no estaban equipados con localizadores para caso de alud. Aunque está confirmado que los checos no provocaron el desprendimiento, y que este tuvo causas totalmente naturales, está comenzando a especularse si los guías de la expedición no fueron demasiado temerarios.El organizador, Robin Kaleta, niega que se tomaran riesgos innecesarios.
“El peligro de avalanchas en las partes bajas, por debajo de los 2.300 metros, era de grado dos, así que salieron, y estaban preparados para volver en caso de que tuvieran una mala sensación. Cuando tuvo lugar la avalancha se encontraban en la frontera entre las zonas de peligro dos y tres”.
Kaleta afirma además que en el camino de ascenso realizaron tres pruebas de compresión para comprobar la estabilidad del lugar, y resultaron negativas. Según su opinión los esquiadores simplemente se encontraron en el lugar equivocado en el momento equivocado.La mayor tragedia de este tipo vivida por ciudadanos checos se dio en 1970, en Perú, cuando las nieves se tragaron a 14 alpinistas. Entre los incidentes más recientes se encuentra el de Kirguistán en 2003, que acabó con la vida de cinco checos. En 2005 fallecieron siete en los Tatras occidentales, en Eslovaquia, y cuatro años después la nieve se cobró otras cinco víctimas checas en los Alpes.