Los beneficios de la corona débil
La economía checa sigue sacando provecho de la débil cotización de la corona checa impulsada por el Banco Nacional Checo (ČNB) hace tres años. Las empresas de la industria transformadora, los exportadores y el Estado son los que más se benefician de esta medida.
La intervención ayudó a los exportadores, que ganaron así unos 22 mil millones de euros más que con una corona fuerte.
Gracias a estas ganancias, las empresas se pudieron permitir aumentar sus inversiones y salarios y emplear más gente, lo que ayudó a reducir notablemente la tasa de desempleo en el país. Dicho índice ha caído en Chequia al 5%, cifra mínima de los últimos ocho años.
Sin embrago, los buenos resultados no se deben solo a la corona débil. “Si no hubiera interés por los productos checos en el exterior, a las exportaciones no les hubiera ayudado ni siquiera una debilitación doble de la corona. La moneda floja puede ayudar a las exportaciones, pero no puede garantizarles el éxito”, indicó la experta en economía Helena Horská en idnes.cz.
Nadie pone en duda los resultados actuales, pero algunos analistas advierten de lo traicionera que podría resultar la intervención a largo plazo. “Ahora apreciamos el gran crecimiento de las exportaciones. Pero a largo plazo el debilitamiento no es efectivo y todo lo vamos a pagar más tarde. Mantener una cotización débil durante mucho tiempo no es una ventaja, ya que provoca importaciones más caras de tecnologías y una robotización más lenta, entre otros”, afirmó el economista Aleš Michl.
El Banco Nacional tiene previsto poner punto final a las intervenciones en el segundo trimestre de 2017. Sin embrago, la mayoría de los analistas esperan que esto suceda aún más tarde, hasta en otoño del próximo año.
